Cuentos de cien palabras

El payaso triste – Noviembre 6, 2009

Era un payaso que alegraba a grandes y a pequeños. Era el mejor de la historia. Cuando actuaba nadie podía sustraerse a su encanto. Los niños lo adoraban, los mayores lo mimaban. Pero en la oscuridad del camerino daba rienda suelta a su desconsuelo. Una antigua dolencia física minaba sus cada vez más escasas fuerzas consumiéndole la vida y un reciente desengaño amoroso completaba un dolor que se hacía más y más insoportable. Cada acto parecía ser el último, pero siempre se escuchaba el golpe en la puerta y la voz que decía: «Firulete, a escena. La función debe continuar».

Relato difícil – (Relato realizado mezclando algunas palabras no muy conocidas) – Mayo 6, 2011

El remusgo de la tarde sirgaba los pipos macribios que planeaban a ras de la montaña en busca de migalas, mientras la perisístole de los corazones semejaba practicar un pancracio rudimentario. Un pirómetro habría demostrado que la temperatura pássim y en la boca del volcán era millones de veces más alta que la alcanzada por un ribadoquín al ser disparado. Sin embargo, la volatería continuaba en raudo vuelo, procurando hallar su pitanza preferida para saciar el colondro que no les permitía regolfar a casa sin antes haber llevado a sus rúmenes al menos una sola de las apetecibles arañas europeas.

(Traducción)

El vientecillo fresco de la tarde arrastraba las aves europeas longevas que planeaban a ras de la montaña en busca de una especie de arañas, mientras el intervalo entre la sístole y la diástole de los corazones semejaba practicar un tipo de lucha de la antigua Grecia rudimentario. Un aparato para medir temperaturas muy elevadas habría demostrado que la temperatura aquí y allá, en lugares diversos y en la boca del volcán era millones de veces más alta que la alcanzada por un arma de artillería usada en la antigüedad al ser disparada. Sin embargo, las aves continuaban en raudo vuelo, procurando hallar su comida preferida para saciar el apetito que no les permitía volver a casa sin antes haber llevado a sus estómagos al menos una sola de las apetecibles arañas europeas.

Goliath perruno y David gatuno – Julio 27, 2011

Nuestra gata Keika está completamente loca. Por la mañana, ni bien se levanta, come un poco de alimento del cacharro que tiene junto al canasto donde duerme, hace las necesidades en el arenero y se larga a correr por toda la casa. Sube al jazmín centenario del patio y se pierde en el entramado desde donde muchas veces debemos socorrerla. Jugando, ataca las piernas de los que pasan y luego se sube al respaldo de los sillones para desafiar a Tango, nuestro paciente perro ovejero alemán, que junto a ella semeja un enorme Goliath al lado del pequeño David gatuno.

La paz y la guerra – Noviembre 6, 2009

John salió de la trinchera donde ocultaba los miedos y comenzó a caminar. Las bombas explotaban a su alrededor levantando trozos de ese suelo extraño que le tocara combatir. Mientras avanzaba con la bayoneta calada, pensaba en su Alabama natal: en los prados florecidos en verano, el rojo de los árboles en otoño, los niños jugando, los jóvenes en bicicleta, las adorables mujercitas, su vecino coreano, una persona amable y entrañable. Repentinamente, saltando de entre las matas, el enemigo lo enfrentó. Vio un rostro que le recordaba otro rostro; unos ojos rasgados que evocaban otros ojos. Casi sin advertirlo, disparó.

El perro y la pulga – Mayo 11, 2011

Mientras el perro se rascaba desesperadamente, la pulga se movía de un lado al otro procurando evitar la pata mortal que terminaría con su vida de parásito. Los surcos en la piel del enorme ovejero se disimulaban mágicamente entre el pelo renegrido del animal. Para la pulga ésta no era una ventaja. Ella sólo quería vivir sin ser molestada. Picó un poco más de su cautiva comida y luego se dispuso a abandonar el hasta ahora confortable hogar. Miró alrededor y divisó un gato de angora. Pensó: «ese es un sitio digno y conveniente». Un pequeño silencio acompañó su salto.

Cuento «poco sílabo» – (No más de dos sílabas por palabra) – Mayo 11, 2011

No se supo qué pasó con la casa que hizo Pedro en Pisa para la prole. La armó en el volcán, en la base, pero se cree que la lava que aún mana de la tierra en raudo vuelo al cielo, la tapó para siempre con un manto de fuego y dolor. Cuando el suelo se rinde ante el calor, se oyen los gritos de los muertos a la sombra del árbol que una vez creció a sus pies. Solo el paso del tiempo dirá si nunca más se sabrá de ellos, en esta vida, en otra o en ambas.

Las medialunas y el café (cuento de un enamorado triste) – Setiembre 29, 2009

Sentado a una mesa frente a la ventana del viejo bar, había terminado el quinto café y la décima medialuna. Miraba hacia la calle, esperando el paso del motivo de sus desvelos. Repentinamente la vio venir y sintió el deseo irrefrenable de salirle al encuentro. La amaba con desesperación, pero ella no lo sabía. Detuvo el impulso al ver que se encontraba con un hombre bastante más joven que él. Se abrazaron y besaron con pasión. Entonces supo que todo estaba perdido, que su ilusión era vana. Miró hacia el mozo y le dijo: “Traeme otro café con dos medialunas”.

Cuento inconcluso – Setiembre 29, 2009

Se despertó sobresaltado. No sabía dónde estaba ni cómo había llegado allí. Un fuerte dolor le atenazaba la cabeza, que parecía a punto de estallarle. Recordaba vagamente la noche anterior: copas, música desenfrenada, luces sicodélicas… y María. Reaccionó de repente. Miró al lado, pero en el lecho no había nadie. Tocó las sábanas para comprobar si estaban tibias, pero le devolvieron una caricia helada. Nadie había dormido con él ni junto a él. ¿Qué habría pasado con María? ¿Dónde estaría ella ahora? Sonó el teléfono. Indeciso, tomó el auricular para oír una voz femenina que le decía “Hola”. Era María.

Juan y la soledad – Setiembre 29, 2009

Juan amaba la soledad. Se refugiaba en ella para encontrar lo que llamaba “el paraíso perdido”. Alguna vez había compartido la vida con una mujer, pero ahora estaba solo y lo disfrutaba. Amaba leer los clásicos, escuchar música, escribir cuentos en la computadora portátil y soñar. Odiaba que invadieran su intimidad e interrumpieran sus fantasías, pero secretamente esperaba que la oportunidad golpeara a la puerta. De repente escuchó un golpe, dos, tres… ¿Sería la oportunidad? Se levantó de un salto y abrió. Era Alicia, la vecina, quien, mientras le extendía una taza, le dijo: “¿Me prestás un poco de azúcar?”.

Nunca se enteró – Noviembre 06, 2009

Vivía desfasado en un tiempo que no lograba comprender. Se despertaba al mediodía para desayunar y almorzaba a media tarde. La merienda era religiosamente a las veintiuna y cenaba a las dos de la madrugada. Sin radio ni televisor, leer los diarios de una semana atrás era su único contacto con la realidad. No se le conocían amigos o familiares ni hablaba con nadie personalmente o por teléfono. La fecha de la computadora de su oficina atrasaba dos meses. Un día se murió y nadie se enteró. Lo enterraron un año más tarde, solo, en el jardín de la casa.

Partido desparejo – Diciembre 25, 2009

Era un match desigual. Por un lado, el equipo de los jóvenes de  entre veinte a treinta años. Por el otro, los ancianos, con sus más de setenta. Comenzó el partido y rápidamente la juventud se impuso: uno, dos, cuatro, siete a cero. Parecía que la cuenta no tendría fin. Repentinamente, un anciano cayó al piso completamente exhausto. En tanto lo atendían, un octogenario delantero tomó el balón y corrió hacia el arco vacío. Con el resto de sus fuerzas pateó y convirtió el tanto. ¡Victoria! Habían apostado que si hacían un gol, un solo gol, ellos ganaban el partido.

El titiritero – Setiembre 13, 2010

¡Qué buen titiritero! ¡Cuánto lo querían los niños! Cada vez que anunciaba una función la plaza se llenaba. Los muñecos bailaban al son de la música que brotaba de un viejo fonógrafo y las voces se multiplicaban en su mágica garganta. Un día, sin embargo, no acudió a la cita. Una inesperada enfermedad había paralizado las manos maravillosas. Ya no danzarían los títeres en los dedos sabios. Los niños se enteraron y fueron a visitarlo. Llevaron sus propias marionetas hechas con calabazas, cartón y retazos de género y armaron una función. Entonces, el viejo maestro se convirtió en privilegiado espectador.

Sin rumbo – Setiembre 13, 2010

Caminaba por la ribera sin rumbo fijo buscando no sabía bien qué. Los ojos parecían perderse en la inmensidad de un mar en calma aunque en realidad miraba dentro, buceando en los propios pensamientos. Repetía en los oídos una música que sólo él oía y recibía en la piel el fresco de la tarde mientras continuaba andando. Repentinamente se detuvo. Miró hacia la serena superficie y se vio reflejado como en un espejo. ¿Era él esa figura flaca, macilenta, demacrada…? Abandonó los zapatos, se desnudó, suspiró una última vez y se arrojó a las aguas. ¡Por fin se había encontrado!

Su recuerdo – Setiembre 13, 2010

Cantaba con una voz suave, casi imperceptible, dulce como el goteo de un almíbar secular. Cuando callaba eran los ojos los que entonaban una triste melodía de amor. Dormida, todo el cuerpo reflejaba los sueños deliciosos, musicales, cálidos, que poblaban su interior. Todos querían compartir esa presencia de serena alegría capaz de iluminar la noche. Un desafortunado día la voz enmudeció, pero los ojos mantuvieron vivo el canto. Otro día los párpados se sumieron en el silencio, pero los sueños continuaron brillando en la oscuridad. Otro, al fin, se durmió para siempre y sólo quedó de ella, imborrable, el recuerdo.

Otoño – Julio 27, 2011

Amaba el otoño. Pisar las hojas secas que crujían bajo el peso de los pies. Oír la lluvia repiquetear sobre la chapa de zinc del galpón cercano a la ventana del dormitorio. Mirar los árboles mudar el verde de las hojas hacia el rojo, el naranja o el amarillo. Oler la tibia fragancia de las flores marchitándose. Sentir la brisa fresca golpeándole la cara. Decidió que moriría en un otoño. Organizó su vida para que así sucediera. Pero el destino, siempre impredecible, le jugó una mala pasada. Falleció cuando aún faltaba un minuto para terminar el último día del verano.

El viaje – Diciembre 25, 2009

«Señores pasajeros, bienvenidos a bordo del vuelo AZ403 con destino a Marte…».  La voz del comandante sonaba metálica, precisa. El pasajero se acomodó en el asiento, ajustó su cinturón, suspiró. ¿Cuántas veces había imaginado este viaje? Tres largos años de preparación le había demandado alistarse para la aventura. Lejos quedaban los sacrificios realizados para ser elegido. Y ahora estaba allí, pronto a zarpar, en la que era su última oportunidad. La voz habló de nuevo, ahora con un tono ligeramente culpable: «Señores pasajeros, lamentamos informarles que por insalvables inconvenientes técnicos hemos debido suspender el viaje. Los esperamos el año entrante…».

Abrazo amoroso – Agosto 24, 2011

Era un espléndido día de verano. El sol brillaba con fuerza templando los cuerpos y alegrando los espíritus. Una suave y fresca brisa atemperaba el rigor de los rayos. Ella vino hacia mí saltando alegremente. Parecía volar en un espacio único, rebotando sobre el piso alfombrado de césped y volviendo a elevarse. Su figura rotunda se destacaba nítidamente de entre el verde del lugar. La miré una vez más antes de abrir los brazos para atraparla con fuerza contra el pecho y fusionarnos en un abrazo amoroso. Ella, esquiva, me evitó. «¡Gol!», gritaron al unísono los jugadores del equipo contrario.

Pensamientos – Octubre 12, 2009

Abrió la puerta, apuntó cuidadosamente y disparó. La bala se detuvo en el aire, atajada por mis pensamientos. ¡Cuánto habíamos disfrutado de nuestra relación! ¡Cuántos momentos de pasión, ternura y amistad nos habían envuelto! Hasta que se cruzó en mi vida Irene, la secretaria del gerente. Nos enredamos en un círculo sin salida, del que todos eran conscientes, excepto nosotros tres: Irene, yo… y Mabel, mi hasta entonces dulce esposa. Luego, ambas se conocieron y todo terminó entre nosotros. Me quedé completamente solo… Repentinamente los pensamientos se detuvieron. Pregunté: “¿Mabel? ¿Irene?”. La bala me alcanzó y todo se volvió negro…

Literalmente – Octubre 12, 2009

Juan era una persona muy simple, de una simplicidad rayana en la ingenuidad. Para él no existían las segundas intenciones. Todo lo interpretaba de un modo literal. Una vez comenzó a contarle a María el problema que había tenido en el trabajo. “¡No me digas!”, acotó ella. Entonces él se quedó callado por un momento y luego cambió el tema de la conversación. Otro día convinieron en encontrarse para que la ayudara a cambiar de lugar unos muebles. “Cuento contigo”, le dijo María. Juan le preguntó: “¿Quién es Tigo?”. María se enojó y le respondió: “¡Morite!”. Entonces Juan se murió.

Disciplina – Octubre 12, 2009

“¡Alinear…sé!”. La orden sonó imperiosa, acentuada en la sílaba final. Cada miembro del grupo se movió buscando su lugar en la fila y tomando distancia respecto de los demás. Pronto la columna se convirtió en una fina línea recta, sin intermitencias, que parecía llegar al infinito. “¡Media vuel…tá!”. Nuevamente la orden movilizó al batallón, que, como si fuera un solo ser vivo, giró sobre sí y quedó mirando al poniente. “¡De frente… March!”. La fila avanzó semejando una línea recta dibujada sobre papel en movimiento. Pronto el ejército se perdió en el horizonte… Es que las hormigas son así, disciplinadas.

Cerrazón – Diciembre 25, 2009

La noche cayó sobre nosotros sin aviso previo. El cielo se cerró completamente y la oscuridad impuso su dramática presencia. No se atisbaba el rastro de una sombra a más de un metro. Decidimos detener la cuatro por cuatro y esperar. De pronto, algo así como un chasquido seco precedió a un breve grito contenido. Nos quedamos estáticos adivinando nuestro mutuo miedo. ¿Qué habría sucedido? Encendimos los focos delanteros del vehículo justo para ver cómo un musculoso puma arrastraba al venado que acababa de cazar. Lo miramos azorados; nos miró desafiante. Luego, lentamente, continuó con su tarea, sin darnos importancia.

Inconformismo – Diciembre 19, 2011

El calor sofocante se cernía sobre nuestras cabezas como queriendo aplastarnos contra el suelo. Rogábamos porque llegara la lluvia, pero no soplaba una mínima brisa. Sin embargo, a lo lejos, unas nubes oscuras comenzaron a moverse lentamente hacia nosotros. Las miramos fijamente, como intentando atraerlas con nuestra vista, pensando que si hacíamos el esfuerzo apurarían el paso en nuestra dirección. De pronto, una gota; luego otra y otra más… Al rato una llovizna suave, que se fue transformando en un violento chubasco. La tierra reseca se convirtió en barro. El calor tornó en un frío incómodo. ¡Maldita lluvia! ¿Cuándo parará?

Sueño – Junio 29, 2011

Fueron al cine y más tarde a cenar. La película resultó entretenida y la comida sabrosa. Todo indicaba que la velada sería especial. Se sentía contento de estar con su novia disfrutando de la tertulia. Al terminar la cena la acompañó hasta la puerta de la casa. Se despidieron con un fogoso beso y se fue silbando a tomar el autobús. Tuvo suerte: al doblar la esquina vio que llegaba el último micro de la noche. Subió y se arrellanó en el asiento para un viaje de quince minutos… Lo despertaron en la terminal, a dos horas de su casa.

Logitividad (lógica más creatividad) – Junio 29, 2011

Toda la vida había sido al mismo tiempo lógico y creativo. Ambos hemisferios cerebrales trabajaban al unísono y mantenían un fluido diálogo entre sí, sin predominio del uno sobre el otro. Al enfrentar un problema lo hacía desde la doble perspectiva de lo intuitivo y lo racional. Así llegaba rápidamente a la solución, pero siempre apoyado en las explicaciones que le daban sustento. Después del accidente, quedó hemipléjico del lado derecho. El hemisferio izquierdo dejó de trabajar y toda su vida abandonó el raciocinio y dio un vuelco hacia lo meramente sensible. A partir de ese momento, fue más feliz.

Ambidextro – Agosto 24, 2011

Guillermo era ambidextro. Escribía con la mano diestra y cuando se cansaba continuaba con la zurda. Dibujaba los trazos de izquierda a derecha y al revés. Podía incluso usar ambas manos en forma simultánea. Comenzaba en el centro de la hoja y armaba las frases en espejo, garabateando hacia ambos lados de la página. Otras veces lo hacía de abajo arriba, como en japonés, y las líneas se unían en lo alto de la hoja con la escritura occidental de la otra mano. Un día la artrosis no le permitió seguir manejando las manos. Entonces aprendió a usar la boca.

La letra – Diciembre 19, 2011

¡Qué hermosa letra tiene Roberto! Su caligrafía es encantadora: simple, clara, redonda, de trazos casi perfectos. Es una delicia contemplar las líneas rectas de unas mezclándose con los arabescos de otras o los círculos primorosos de otras más. Las letras se hermanan entre sí bailando sobre los renglones. ¡Si casi es posible percibir la melodía que las anima! Pero Roberto tiene un secreto que explica el por qué de tan bella escritura. Alumno brillante, terminó la escuela con el mejor promedio de su promoción, el más alto de la historia. Sólo tuvo que rendir examen en una sola materia: caligrafía…

Distraído – Diciembre 19, 2011

¿Cuántos paraguas perdió Ricardo: uno, dos, quince, cuarenta…? La familia ya no lleva la cuenta de cuántos fueron. En el colectivo, en el subterráneo, en las oficinas públicas, en la iglesia,… todos ellos lugares que han conocido los paraguas de Ricardo. La esposa intentó distintos métodos para evitar la pérdida: etiquetarlos con la dirección donde devolverlos, coserles una correa para atarlos en la muñeca, agregarles una alarma sonora, fabricarlos con colores brillantes… Todo fue en vano. Finalmente resolvió que uno de los regalos a darle a Ricardo en cada cumpleaños será un paraguas. Así, siempre tendrá uno nuevo para perder.

¿Causa – efecto? – Mayo 17, 2010

(Esta historia fue desarrollada a partir de una idea aparecida en la sección de Anécdotas infantiles de la revista “Viva” del domingo 10 de marzo de 2002)

Los días de lluvia María cocinaba pastelillos para matar el tiempo. Una vez que se produjo una sequía que duró cuarenta noches, su hijo le pidió: “Madre, amase pasteles, a ver si hace llover”. Ella sonrió, pero armó la masa y comenzó a fritarla. Apenas puso el amasijo en la olla, unas tímidas gotas comenzaron a caer. Y a medida que avanzaba, la lluvia se volvía más intensa. La familia festejaba el diluvio mientras comían pasteles. Al terminar la cena, el chaparrón cesó. Desde entonces, cuando se anuncia una sequía, María prepara sus pasteles y la lluvia cae de inmediato.

Ladrón de tumbas – Mayo 17, 2010

Era el ladrón de tumbas más famoso y efectivo de todo Londonderry. Sus trabajos tenían un sello inconfundible: violaba las puertas de los monumentos sin romper las cerraduras, abría los túmulos, robaba lo que hubiera de valor y desaparecía sin rastros. Trabajaba a la débil luz de una antigua lámpara de aceite que apenas iluminaba los cajones. Una noche de tormenta en la que los rayos momificaban las sombras, abrió un catafalco que prometía contener muchos tesoros. Cuidadosamente levantó la tapa y vio… ¡su propio rostro! Lo encontraron muerto al lado del cajón, dentro del cual relucía un viejo espejo.

El mago – Mayo 17, 2010

“Señor, ¿me da una moneda para comprar pan?”. “No, te daré pan”. Y haciendo un pase mágico, sacaba de la capa una crujiente baguette. De sus manos surgían y se esfumaban las cosas y personas más impensables: anillos, relojes rotos a martillazos que luego devolvía funcionando, objetos de la gente, sus propias ayudantes. Un día anunció el truco máximo: se evaporaría ante la vista de todos. Se reunió la multitud. Apareció el mago con su negra vestidura. Se envolvió con la capa, dijo las mágicas palabras… y nada. Repitió la escena varias veces. Lentamente, todos se fueron a sus casas. poner

Indeciso – Julio 6, 2011

«Pibe, traeme un café… No, un té… Mejor una lágrima…». El mozo lo miró disimulando su fastidio. ¡Todos los días lo mismo! ¿Tanto titubeo para pedir un desayuno? Decidió darle una lección. Puso té en una taza y la completó con agua caliente, café, mate cocido y leche. Le agregó azúcar, edulcorante, dulce de membrillo, crema y miel. Untó con mayonesa y mermelada una aceituna y la colgó del borde de la taza. Llevó el menjunje a la mesa conteniendo la risa. El cliente lo probó y dijo asombrado: «Pibe, es el mejor desayuno de mi vida. Traémelo siempre así».

La rebelión de los perros – Julio 6, 2011

«¡Basta de ladrar!». Y el perro se callaba momentáneamente para volver a empezar poco después. Ladridos, aullidos, llantos… Y lo peor del caso era que los perros vecinos se contagiaban de los gritos y comenzaban a alborotar ellos también. Noche tras noche, el concierto canino se volvía insoportable. Decidió terminar de una vez y para siempre con esa tortura. Compró un bozal y se lo puso al perro de un modo tal que apenas podía abrir la boca. El animal se revolvió inquieto pero no pudo zafar del ajustado correaje. Esa noche los ladrones entraron a robar con absoluta libertad…

Caída libre – Abril 1, 2011

Bajaba bogando en su canoa por el río contemplando atentamente el fantástico paisaje. Enfiló hacia la costa para evitar caer en la cascada que se despeñaba treinta metros en caída libre. Ató el bote a las raíces de un gran árbol de la orilla y lentamente se dirigió hacia la montaña por una senda apenas dibujada. El sol pegaba de pleno y lo cegaba. Resbaló en el musgo húmedo y comenzó a caer. Trató de gritar pero la voz no le salía. Rebotó contra el suelo. Como pudo, tomó la sábana y se volvió a acostar, maldiciendo sus luminosas pesadillas.

Vergonzoso – Abril 1, 2011

Viajaba sentado en el asiento del micro, distraído, sumido en sus propios pensamientos y sin contemplar al resto del pasaje. En la siguiente esquina notó que una presencia femenina se sentaba en el asiento contiguo. Quiso mirarla pero el pudor se lo impidió. Intentó por el reflejo del vidrio, con el rabillo del ojo, pero todo fue en vano. Simulando buscar la altura de la calle, giró la cabeza para verla de frente, justo en el momento en que la anciana bostezaba mostrando una dentadura incompleta y manchada. Se bajó en la próxima parada, diez cuadras antes de su casa.

¡Me siguen! – Abril 1, 2011

La joven bajó del micro sintiéndose seguida. Una sombra tocaba su sombra y unos pasos acompasaban los suyos. Apuró la marcha y su presunto seguidor hizo lo propio. La desesperación la invadió. Era de noche, no había nadie en la calle y sentía miedo. Comenzó a pensar aceleradamente qué hacer. Se le ocurrió una idea. Abrió la puerta de reja de una casa y entró. Su perseguidor hizo lo mismo. Decidió enfrentarlo. Se dio vuelta, lo miró y le dijo: «¿Por qué me persigue?». Él la miró, sonrió y preguntó a su vez: «¿Por qué se metió en mi casa?».

El coche se me vino encima – Agosto 24, 2011

Caminaba distraídamente por la vereda cuando de pronto advertí que un coche lanzado a toda velocidad se me venía encima. En un instante repasé mi vida: el bien que había hecho, el mal que no evité. Los objetivos que hubiera querido alcanzar y que por falta de tiempo no lograra. Los anhelos incumplidos, los deseos furtivos, las alegrías y tristezas… No pude pensar más. El coche me golpeó de lleno a la altura de las rodillas. Sentí un dolor lacerante y lancé un fuerte grito. Maldije en voz alta ¡No deberían dejar a los niños usar juguetes en la vereda!

La sombra – Diciembre 26, 2011

(Homenaje a Don Atahualpa Yupanqui)

Algunas veces se anticipaba a la sombra y otras veces la perseguía. La imagen reflejada en el suelo se abreviaba o ampliaba conforme el sol pegara en su figura. Los contornos, por momentos precisos, unos instantes después se desdibujaban como desflecándose en hilachas. Le gustaba jugar a las carreras con la figura proyectada en las paredes. ¡Y siempre le ganaba! Pero le sucedió lo mismo que a Peter Pan: al cerrar una puerta presurosamente, atrapó la sombra y la cortó despegándola de su cuerpo. De ese modo la perdió. Desde entonces camina solitario, sin proyectar perfil alguno en la vereda.

¡Maldita suerte! – Diciembre 26, 2011

Ni bien salió de la casa vio pasar el primer autobús a medio llenar. Llegando a la parada observó cómo se alejaba un segundo micro. Maldijo la suerte. ¡Otra vez llegaría fuera de horario al trabajo! Esperó con resignación. Diez minutos más tarde pudo subir a un colectivo colmado de gente. Volvió a maldecir. Nuevamente viajaría transpirado, apretujado, pisoteado. La marcha se hizo lenta. El tránsito estaba congestionado. Policías, ambulancias, bomberos… De pronto vio que a un costado de la calle, dos micros de la línea que él tomaba habían volcado diez minutos antes. Todos los pasajeros estaban irremediablemente muertos…

El amante de los relojes – Diciembre 26, 2011

Amaba los relojes. Los tenía de todo tipo: de pulsera, de bolsillo, de pared, en anillos, en collares y hasta en aros. Su casa era un warehouse de manecillas, coronas, agujas y esferas relucientes. Le encantaba desarmarlos, limpiarlos, lubricarlos, montarlos nuevamente, ponerlos en hora y echarlos a andar. Tenía la manía de la precisión: todas las máquinas señalaban el mismo horario con exactitud. Un día se enfermó y ya no pudo seguir atendiendo sus preciados aparatos. Algunos se atrasaron; otros directamente dejaron de funcionar. Tras seis meses de agonía, falleció. Ese día, todos los relojes marcaban exactamente la misma hora…

El espejo partido – Enero 14, 2011

Rajado en tres porciones desiguales, el espejo mostraba realidades diversas y ciertamente incompatibles. Sobre la astillada luna izquierda, el pasado se reflejaba con la nitidez de la memoria, como si los hechos que nos marcan para siempre formaran parte del ayer cercano. En el medio fulgía la realidad presente, tal como el día se animaba a simularla, cambiando tenazmente, haciendo cierto lo que hasta el instante previo no lo era. Y en el paño derecho asomaba un futuro brumoso que sólo se dejaba adivinar.  Pero ese día de mayo, por la tarde, el espejo se partió en una cuarta parte…

Inexpresividad – Julio 27, 2011

Se llamaba Juan Pablo, pero en el barrio era conocido como «cara de póker». El rostro inexpresivo no trasuntaba emociones de ninguna naturaleza y los cambiantes estados de ánimo que padecía no alteraban la rigidez de una faz inescrutable que no permitía adivinar en lo más mínimo los pensamientos que la habitaban. Alegrías intensas y dolores profundos pasaban desapercibidos para quienes no conocían este rasgo peculiar de nuestro amigo. Falleció repentinamente de un fulminante ataque al corazón. Lo velaron durante una noche entera. Cuando fuimos a presentarle nuestro último adió, al asomarnos al féretro vimos con sorpresa que estaba sonriendo.

La Araña – Enero 9, 2012

(Texto realizado usando exclusivamente la vocal «A». Homenaje a Lino Palacio, dibujante argentino creador de «Don Fulgencio», que fue el primero en usar este tipo de relato monovocal en sus historietas)

La araña caza a la mañana. Calma, arma la trampa para alcanzar las ramas más altas. Ata las fajas a las palmas, saca las tramas. Basta palmar para llamarla. Para agarrar las larvas atrapadas, la malvada salta, las acaballa, las masca hasta matarlas. Amarra las tajadas a la baba para adaptarlas a la planta, las amasa hasta ablandarlas, saca las más flacas, las ralas. Al azar, aparta las más aptas -las más gratas al paladar- para yantarlas.  ¡Nada más fatal para las cazadas! Mas, al mal, mal. Tras mamar plasma, la bala la atraganta… La araña acaba. ¡Ya nada más!

El electricista – Enero 9, 2012

Nunca tuve suerte con el gremio de la construcción. Trabajaron en mi casa un pintor daltónico y un albañil alérgico a la cal. ¿Se imaginan? Ahora estoy con el probablemente mejor electricista de la ciudad por la calidad de su trabajo, pero incumplidor como sólo él puede serlo. Si vendrá o no a trabajar es el albur de cada día. «Mañana a las ocho, como de costumbre», suele decirme. ¡Y aparece cuatro horas más tarde, como de costumbre! Un día de trabajo es una semana; una semana, un mes; un mes… ¡no quiero saberlo! Por suerte, ya termina… ¡Eso espero!

El antihéroe – Enero 9, 2012

Le encantaba leer historietas. Prácticamente no hacía otra cosa. Vivía las aventuras de los personajes como propias. Así, voló en globo, condujo submarinos, escaló montañas inaccesibles, salvó al mundo de catástrofes nucleares… Y lo más importante, enamoró a cuanta bella mujer se cruzó en su camino. Pero la realidad era bien distinta. Flaco, feo, enjuto, tímido, más bien cobarde, era incapaz de tener una aventura verdadera. Se presentó a una prueba para hacer de antihéroe en una serie de televisión. Debía representar al más bajo, vil y despreciable de los villanos. Pero no lo tomaron: ¡no daba con el perfil!

Frío – Enero 14, 2011

Hacía frío, mucho frío. Nunca antes había sentido tan intensamente la sensación de desamparo ante la muerte. Un frío glacial e insoportable le atravesaba la carne como punzantes agujas y la piel acartonada no lograba recobrar la temperatura de la vida. La cabeza le pesaba y los reflejos no le respondían. La rigidez de los miembros y el color cadavérico le anunciaban que algo estaba mal. Se incorporó como pudo, centímetro a centímetro, en la medida de sus miembros entumecidos. Poco a poco volvió a caminar. Tomó una decisión: ¡Nunca más en verano volvería a dormir en la cámara frigorífica!

La hoja partida – Enero 16, 2012

Tomó del árbol una de las hojas aún verde. La desprendió suavemente tratando de no dañarla. La hoja opuso una leve resistencia pero finalmente cedió a la presión. Delicadamente la acunó en la mano izquierda mientras que con la otra la acariciaba cariñosamente. Al guardarla dentro de su libro más preciado, la hoja se rasgó y un trozo de la punta desapareció. Igualmente la puso en el improvisado estuche donde moraría por algún tiempo. Años más tarde, al abrir el libro casualmente, encontró la hoja. Se había calcado en la página en la que se apoyaba y, extrañamente, estaba entera…

La gota de agua – Enero 14, 2011

Se despertó sobresaltado. Abrió un ojo y escuchó con atención. En el silencio de la noche podía oír con claridad el sonido del agua golpeando contra el piso. Alguien había dejado mal cerrado el grifo. Implacable, cada gota retumbaba en su cerebro mientras seguía desgastando la baldosa. Los nervios parecían a punto de estallarle. Se revolvió en el lecho procurando conciliar un sueño inalcanzable pero no lo consiguió. Refunfuñando, pensó en levantarse a clausurar el robinete y terminar con el martirio. Abandonó la idea de inmediato. Después de todo, por más que quiera, un gato no puede cerrar una canilla…

La mancha de humedad – Enero 16, 2012

La pared de la escalera mostraba una mancha de humedad. En ella Fabiana descubría figuras dibujadas: ratoncitos, caballos, un circo embanderado… También la imagen de una niña con la que jugaba y a la que llamaba Rocío. Un día le dijo a su madre: «Mami, Rocío quiere que vaya con ella a su mundo, porque está muy sola. ¿Puedo?». La madre, distraídamente, asintió. Luego, al llamarla a cenar, la niña no respondió. Preocupada, subió a buscarla. Al llegar al descanso, lanzó un grito de terror. En la pared, la mancha había crecido. Ahora parecían dos niñas tomadas de la mano…

El viaje – Enero 16, 2012

La primera parte del viaje transcurrió sin novedades. El enemigo no intentaba interceptarlo. Navegando en una mansa corriente, se sintió más distendido. Pero un artero ataque inesperado le dio de lleno. Aturdido y malherido, apuró la marcha. La corriente aceleraba y la navegación era ahora una salvaje cabalgata. La correntada, los ataques, todo conspiraba contra el éxito de la misión. Tras un brusco salto final, se internó en una rojiza caverna, incrustándose literalmente en las paredes laterales, dispuesto a soportar el ataque final… En la esterilizada sala de operaciones, el cirujano dijo apesadumbrado: «Es inútil. El coágulo llegó al corazón…»

Historia con paraguas – Enero 23, 2012

Gerardo era jovial, alegre, desaprensivo y muy molesto. Hacía bromas pesadas a cualquiera sin ninguna contemplación. Había preparado un viejo paraguas para lanzar chorros de agua en la cara de la gente que pasara frente a él. Una noche de intensa lluvia, resguardado bajo un toldo iluminado con una guirnalda de luces encendidas, esperó para probar su nuevo chasco. De pronto vio llegar la oportunidad. Sonriendo maliciosamente, levantó el adminículo… y ya no supo nada más… La gente lamentó la mala suerte del joven que justamente había embocado la punta metálica del paraguas en el único portalámparas sin bombilla eléctrica…

Ajedrez contra la máquina – Junio 8, 2011

El campeón tomó asiento. Frente a él no había ningún contendiente humano. Sólo una terminal de computadora con una cámara para captar las acciones y un visor para reflejar las jugadas de la máquina. El campeón suspiró e hizo el primer movimiento. La partida se tornó reñida; por momentos parecía que ganaría el hombre y otras veces que la vencedora sería la máquina. De pronto, la computadora vaciló. Comenzó a titilar, no respondió a la jugada y se dio por vencida. El campeón sonreía mientras lo felicitaban. Nadie lo había visto cuando pateara el cable de conexión de la máquina.

¿De quién es ese dedito? – Junio 8, 2011

(Adaptado de un capítulo de una serie televisiva dirigida por Alfred Hitchcock)

“Mi encendedor nunca falla”, se ufanaba el joven. Un anciano que lo escuchó lo desafió a una apuesta: si el encendedor encendía diez veces seguidas, le pagaría diez mil dólares, pero con cada falla le cortaría un dedo. El joven dudó, pero finalmente aceptó y comenzaron. En cada intento, el viejo levantaba una cuchilla amenazando la mano. Así hicieron nueve veces. Al comenzar la décima intentona, una furiosa anciana se interpuso entre ambos para anular la apuesta, reclamando que el dinero en juego era de ella. Y para demostrarlo mostró su mano izquierda, a la que le faltaban cuatro dedos.

Concatenados – Enero 23, 2012

(Relato en el que la última letra de cada palabra es la primera de la palabra siguiente)

Quien no origina alrededor relaciones sinceras se exime en no ocasionales situaciones -si incorpora activa amistad- de explicitar razones siempre embarazosas. Sólo oportunidades superiores soportan nuestra actitud de entusiasmo ocasional levemente envanecido, originado obviamente en nuestra aparente estructura animada. Así, interpretamos sucintamente esos significantes -¿significados?- sobre el legítimo orden natural. Los sucesos siguientes se encadenan normalmente en numerosas sucesivas simplicidades sociales. Si integramos sabiamente el lugar real, lograremos ser reconocidos; si interpretamos solamente el lúdico ocaso, obtendremos singulares satisfacciones sin necesidad de exponer rasgos sociales sin sentido. Se suele enorgullecer retrospectivamente el lenguaje elogiando ostensiblemente el lazo original –literalmente- elegido.

La Mona Lisa y el ladrón – Enero 23, 2012

¡Cuánto pugnó por conseguirla! Desde que la vio por primera vez, la buscó por todas partes sin descanso, sin perder nunca la esperanza de conquistarla. Por ella se convirtió en ladrón. Estaba profundamente enamorado de ese rostro, de esa figura misteriosa. La deseaba. Nunca una pintura había despertado una pasión tan intensa como la que motivaba en Eduardo la famosa Mona Lisa. Y ahora la tenía sólo para sí, podía disfrutarla en su oscura soledad. Ella, mientras tanto, continuaba mostrando la sonrisa enigmática desde la tapa de la lata de dulce de batata marca «La Gioconda» que él había robado.

Decepción – Agosto 31, 2011

¡Desgracia en el reino! La princesa fue raptada por un horrible dragón que la llevó a su castillo inexpugnable. El rey ofreció una recompensa a quien se atreviera a rescatarla. Cientos de caballeros se negaron a hacerlo, pero uno, valiente, aceptó el desafío. Montado en su brioso corcel y enfundado en una reluciente armadura, el caballero partió. Al llegar al castillo y enfrentar al dragón, comprobó que éste era tímido y dócil. Halló también a la princesa, quien con su mal carácter y aliento desagradable, le reprochó la demora en rescatarla. Entonces, el caballero dio media vuelta y se marchó.

Contra decepción – Agosto 31, 2011

(Continuación del cuento anterior)

A lo lejos se veía alejarse el estandarte. La princesa, asomada a la ventana, miraba cómo se diluía su última esperanza de volver a su reino. Comenzó a gritarle al caballero prometiéndole cambiar. Éste dudó unos momentos, pero finalmente decidió regresar. El dragón miraba la escena con lágrimas en los ojos. Al reunirse los tres en el patio del palacio, hicieron un pacto. El dragón no echaría más fuego por la boca. La princesa cambiaría su carácter y se lavaría los dientes. Y el caballero… el caballero ganó una bella mujer y una juguetona mascota. Y vivieron felices, comiendo perdices…

Historia de amistad – Setiembre 7, 2011

(Relato realizado sin utilizar ni una sola vez la vocal «U»)

Cierta vez se escribió esta historia: «Mi amigo no regresó del campo de batalla. Solicito permiso para ir a encontrarlo», dijo el soldado al teniente. «Denegado», replicó el oficial. «No debe arriesgar la vida por él. Probablemente ya no está vivo». El soldado, haciendo caso omiso de la prohibición, salió, y dos horas más tarde regresó mortalmente herido transportando el cadáver del compañero. El oficial estaba terriblemente enojado. «¡Le advertí del fallecimiento del soldado! ¿Merecía la pena ir a traer los despojos?». Y el soldado, agonizando, respondió: «Sí señor. Lo encontré y estaba vivo. Entonces me dijo: te estaba esperando…».

El arpa – Setiembre 7, 2011

(Relato realizado sin utilizar ni una sola vez la vocal «O»)

En la triste penumbra de la sala de una antigua casa de la ciudad vieja, herrumbrada en una de sus esquinas, yacía un arpa sin cuerdas ni clavijas. Al caer la tarde, una música suave se elevaba delicadamente de entre las maderas y llenaba el ambiente de cadencias celestiales. Nadie veía quién pulsaba las cuerdas inexistentes, mas la música fluía tarde tras tarde y nada se sustraía a la magia que abarcaba el ambiente y embriagaba de dicha la sensibilidad artística de las veladas. Paulatinamente la música fue desplazada. Un día la quietud fue terminante. El arpa recuperaba su intimidad…

Levedad – Febrero 1, 2012

(Relato realizado sin utilizar ni una sola vez la vocal «I»)

En el pasar de las horas se expresa la brevedad de nuestro andar por este mundo, la levedad del ser. El pasado ya no está, ya fue. El futuro aún no llegó. Sólo el presente nos acompaña en forma permanente por lo que dura. Luego, aun él se va. De esta suerte, cada uno de los segundos es real, cada acto, más allá de presentarse como bueno o malo, afecta el momento, pero no debe permanecer más que en nuestro cerebro, para que al recordarlo podamos sacar de él la enseñanza que nos dé el poder para enfrentar nuevos sucesos.

Quintín Rinaldi y la bomba – Febrero 1, 2012

(Relato realizado sin utilizar ni una sola vez la vocal «E»)

Por la mañana la bomba aún no había sido hallada. La paranoia popular todavía continuaba activa. Para lograr la calma, la máxima autoridad nominó al más afamado oficial activo: Quintín Rinaldi. Alto, fornido, con una mirada profunda y tranquila, irradiaba una calma y una paz poco común. Como un bulldog atrapando la caza, nada huía a su análisis ni fugaba a su imaginación. Más aún, cada tanto hallaba formas innovadoras para actuar con capacidad, prontitud y vigor. Quintín Rinaldi imprimió dinamismo a la indagación, halló la bomba todavía sin activar y logró calmar los ánimos alborotados. Al final, había triunfado.

Un hecho increíble – Febrero 1, 2012

(Relato realizado sin utilizar ni una sola vez la vocal «A»)

En un fresco crepúsculo de noviembre, en un estrecho corredor del desierto del Negev, de repente se presentó un hecho inverosímil, muy poco visto en otros tiempos o en otros sitios y muy poco creíble si no hubiésemos sido testigos excluyentes del evento. En el momento en que el sol se elevó en el cielo, cientos de meros se hicieron presentes en el curso del siempre semiseco río. ¿Qué motivó el éxodo de esos peces perciformes desde el oriente y su ingreso en el occidente? Es difícil decirlo. ¡Misterios que esconden en sí mismos el oscuro color de sus secretos!

¡Me pateó un elefante! – Febrero 8, 2012

(Esta historia es real, aunque usted no lo crea.)

La familia visitó el zoológico paseando con el coche en medio de los animales mientras los niños les daban galletas. Un elefante metió la trompa para retirar el alimento y la esposa, asustada, cerró la ventanilla aprisionándosela. El dolorido animal abolló el coche a las patadas. Enojados, volvieron a casa. En la ruta los detuvo la policía acusándolos de haber escapado de un accidente. El hombre respondió que la causa del deterioro del coche era que lo había pateado un elefante. Inmediatamente fue detenido por burlarse de la autoridad. Recién cuatro horas más tarde pudo convencerlos y reanudar el viaje.

¡Salió arando! – Febrero 8, 2012

(Otra historia real, aunque siga sin creerlo.)

Venían a toda velocidad corriendo una picada. El semáforo cambió al rojo. El Torino paró antes de la senda peatonal; el Peugeot se pasó unos metros. El conductor puso marcha atrás, se colocó a la par del contendiente e hizo «roncar» el motor. El otro lo miró con displicencia y colocó la primera marcha. En esos segundos, algunos coches pararon detrás de los rivales. El semáforo cambió al verde. El Torino salió disparado hacia adelante. El Peugeot también… ¡pero hacia atrás! ¡Había olvidado cambiar la marcha! Tuvieron que esconderlo para que el conductor del auto que chocó no lo asesinara.

Empujame el 3CV – Febrero 8, 2012

(Último aviso de historias reales)

El Citroën 3CV era un coche muy práctico. Se desarmaba completamente y era fácil de mantener. Tenía un solo defecto: si se detenía el motor, para arrancarlo nuevamente había que empujarlo a cierta velocidad, dadas las revoluciones del motor. Una noche el coche se detuvo en la ruta. Paré una camioneta, le pedí que me empujara, explicándole el tema de la velocidad. La conductora me miró, asintió y se fue. Quedé perplejo. Me disponía a parar a otro coche, cuando la vi venir a toda marcha. No hubo forma de detenerla. ¡Me había malinterpretado! Tuve que comprar un coche nuevo.

Intención paradójica – Febrero 15, 2012

La intención paradójica se produce cuando alguien provoca que pase lo que quiere evitar. Un tal Ingeniero Soratti debía dar una importante conferencia ante un grupo de profesionales. El locutor, nervioso por el apellido del orador, se propuso firmemente no equivocarse. Tomó el micrófono y anunció la conferencia, terminando con las palabras: «Con ustedes, el Ingeniero Pedotti». Se hizo un silencio de muerte. El Ingeniero, muy profesional, tomó a su vez el micrófono y dijo: «Antes de comenzar debo aclarar que yo antes era Pedotti, pero ahora soy Soratti». La carcajada estalló en la sala… La conferencia fue un éxito.

«Despacio» no es «lentamente» – Febrero 15, 2012

Matías es el hijo único de un matrimonio amigo. Inquieto, la gente dice de él que es una tromba. Además de estar en permanente movimiento, no sabe regular la potencia de la voz. Todo lo pide gritando a voz en cuello. Una noche, mientras cenábamos con otros matrimonios, los chicos jugaban a nuestro alrededor. De entre ellos sobresalía nítidamente la voz de Matías, que gritaba: «Mamá, dame algo de comer». El padre, enojado, lo retó diciendo: «Matías, hablá más despacio». Matías quedó en silencio por unos instantes, y luego, nuevamente gritó con todas sus fuerzas: «Ma…má, da…me… al…go de co…mer».

Subterráneo místico – Febrero 15, 2012

Susana siempre ha sido una persona muy religiosa, rayana en lo místico. La Biblia es su permanente compañía de cada día. Allí donde va la lleva y la lee de continuo. Conoce los salmos de memoria y recuerda cada detalle de los Evangelios. ¡Realmente se está ganando el cielo! El problema es que su misticismo a veces le hace perder contacto con la realidad. Un día bajaba las escaleras del subterráneo leyendo el Nuevo Testamento. Iba tan abstraída que llegó al andén, siguió caminando… ¡y se cayó a las vías! Menos mal que no pasaba el tren en ese instante…

¿Y a mí por qué me miran? – Febrero 22, 2012

Llovía. Gerardo debía realizar un importante trámite que lo tenía preocupado. Abrió su paraguas y salió a la calle. ¿Cuál sería la mejor manera de viajar? Descartó tomar un taxi: los días de lluvia es imposible. El colectivo tampoco era una buena opción. Decidió viajar en subterráneo. Entró a la estación, sacó el ticket, pasó el molinete y bajó al andén. Una hermosa joven lo miraba sonriendo. «Qué arrastre tengo este año», pensó. Se disponía a iniciar una conquista, cuando se dio cuenta de que el motivo de la sonrisa de la joven era su paraguas aún abierto bajo techo.

Extraños choques – Febrero 22, 2012

Noticias de choques extraños siempre han habido y siempre habrán. ¿Quién no ha escuchado a alguien decir que chocó con un cerdo o un caballo en la ruta? Un taxista amigo resbaló en el pavimento mojado de la dársena y fue a dar contra un barco amarrado en el muelle. En Caballito, el subterráneo sale a la calle, así que no es difícil chocar contra un tren. Pero que una mujer venga directamente hacia vos mientras estás parado junto al obelisco, te choque de costado, te insulte, ponga marcha atrás y se vaya velozmente, sólo le pasó a mi jefe…

El Gancia en la heladera – Febrero 22, 2012

Todos sabemos que la marca Gancia representa varios tipos de bebida: el aperitivo, el vermouth y también el vino apto para brindar. Al cumplir sesenta años de casados mis padres decidieron hacer una fiesta. Previsora, mi madre le dijo a mi padre: «Viejo, poné una botella de Gancia en la heladera». Ella ya se imaginaba el brindis final con las copas rebosantes de un buen espumante. Mi padre, obediente, puso la botella. A la hora del brindis, mi madre le pidió a papá que trajera el esperado Gancia. Allá fue él, y volvió orgulloso portando una botella de helado vermouth…

La inventa – recuerdos – Febrero 27, 2012

Soledad es una joven muy particular. Las amigas la llaman «la inventa recuerdos». Siempre tiene presente situaciones que los demás olvidaron… o que nunca ocurrieron. «¿Te acordás que iba a invitar a Marcelo…?», dice con desparpajo mientras entra a la fiesta con su inesperada pareja. Y a sus amigas no les queda más remedio que sonreír o enojarse. «Esa película la vimos juntas», insiste, aunque nadie sepa de qué trata el argumento. Un día, las amigas se pusieron de acuerdo para inventar un recuerdo conjunto que Soledad obviamente no podría recordar. Pero fue en vano. Ella les contó el final…

Momentos – Febrero 27, 2012

(Relato realizado utilizando la consonante «M» como letra inicial de todas las palabras.)

Mil mujeres me miraban morbosamente mientras murmuraban: «Muchacho, ¿me mimas?». Me mentalicé. Mastiqué mis miserias. Muchas mañanas merecía morir, mas, milagrosamente, me movilizaba magnificando mis méritos. Mi mitad material moría mientras mi morbo mostraba múltiples momentos mágicos: música, manjares, mujeres… Merendé morosamente mientras mi madre medía mis momentáneos movimientos. «Marcelo, ¿me mientes?», me marcó. Manteniendo mi moral, mascullé: «Madre, mírame. ¿Mis miedos me marchitan?». Mi mirada marmórea molestaba. Me marché majestuosamente mientras meditaba. Mustias mariposas merodeaban mis móviles. Muchedumbres migraban multiplicando mis mensajes. Musité: «Magno mar, ¡muéstrame mis miserias!». Mi mandato me movilizó. Me metí mientras meneaba mis manos moribundas…

Frío – Febrero 27, 2012

El invierno en Nueva York es extremadamente frío. Puede hacer veinte grados centígrados bajo cero, lo que resulta bastante difícil de soportar. Si bien las casas y negocios están calefaccionados, caminar por la Quinta Avenida termina siendo una tortura. Peter y Mary estaban haciendo las compras navideñas llevando en el cochecito a su pequeño Michael. Cada vez que entraban en un negocio, recibían el siguiente comentario: «¡Qué simpático es este niño!». Al principio no le dieron importancia, pero a la tercera vez que sucedió, lo miraron intrigados. Recién entonces se percataron de que el frío le había helado la sonrisa…

La pasta dental – Marzo 5, 2012

¡Odiaba que le pasara eso! Cada vez que estaba apurado, algo fallaba. Ahora se había quedado sin dentífrico. ¡Menos mal que la hermana vivía en el departamento contiguo! Portando el cepillo, tocó el timbre. Lo atendió su cuñado Eduardo, a quien le pidió que le diera una pizca de pasta. Eduardo le dijo: «Tomá este envase de nuestro pequeño Billy». Le agradeció y volvió a su casa. Volcó crema en el cepillo y comenzó a lavarse. Una sensación de asco lo invadió. Miró el envase. Decía: «Crema para paspaduras, hecha a base de testículos de toro». Nunca lo perdonó totalmente…

Les habla el comandante – Marzo 5, 2012

Era su primer viaje en avión. Los nervios lo inmovilizaron. Pensaba que si se movía desestabilizaría la nave. El decolaje fue excelente. Sin dudas el piloto era experimentado. El vuelo fue tranquilo y pronto comenzaron a descender. Se escuchó una voz que decía: «Les habla el comandante. En pocos minutos aterrizaremos». La pesada máquina bajaba rápidamente. El vértigo lo invadió. Miró por la ventanilla y vio la pista acercándose. El avión tocó tierra, rebotó fuertemente, elevándose unos metros y volvió a aterrizar. Otra vez se oyó la voz que decía: «Les habla el comandante. El que aterrizó fue el copiloto…».

Cine de barrio – Marzo 5, 2012

El cine de barrio era nuestro refugio de los domingos. Pagando diez centavos pasábamos toda la tarde mirando tres películas, ¡y hasta un número vivo! El cine tenía un escenario de madera que cuando el artista zapateaba levantaba una polvareda que no se veía lo que estaba haciendo. Un veinticinco de mayo el abuelo nos llevó. Mientras todos cantábamos de pie el Himno Nacional, él hacía su siesta sin que lográramos despertarlo. Comenzó el número vivo, la música y la polvareda. De pronto, la música cesó: la pianista se había caído de su asiento y nos saludaba desde el piso.

Colectivero iracundo – Marzo 12, 2012

Al subir al micro noté que el chofer no estaba bien. Frenadas bruscas, arranques imprevistos, maltrato a los pasajeros… Encerró a un automóvil que frenó de golpe para evitar la colisión. Se bajó un joven karateca que le dijo: «A vos no te pego, pero mirá lo que le hago al colectivo». Y de tres golpes le abolló el guardabarros. El colectivero continuó iracundo. Una anciana quiso bajar, pero él siguió. La anciana, pacientemente, le dijo: «Joven, si se enfada se quedará soltero, como su mamá». Dicho lo cual, bajó. Sólo después de un rato, el chofer notó la ironía.

Des – pareja – Marzo 12, 2012

Federico mide dos metros: ni un centímetro menos; Alicia, un metro cincuenta: ni un centímetro más. Son una auténtica «despareja». Cuando caminan por la calle, ella «flamea» colgada del brazo. Pero cuando paran a conversar, ambos quedan con dolor de cuello por el esfuerzo que hacen para mirarse a los ojos. Por más altos que sean los tacos que use Alicia, nunca alcanza una medida razonable para estar junto a Federico. Un día cortaron y cada uno se puso de novio por su cuenta. Ella, con alguien que medía dos metros, y él, con una chica de un metro cincuenta.

Apellidos – Marzo 12, 2012

Los chicos pueden ser muy crueles cuando se lo proponen, sobre todo burlándose de los apellidos de sus compañeros. Pero los padres son los verdaderos culpables de los infortunios que deben vivir sus hijos por los nombres que les ponen. ¿A quién se le ocurre bautizar Susana a alguien cuyo apellido es Torio o Goria? ¿O Armando, si su apellido es Lío? Pero peor aún son las combinaciones formadas con los apellidos de casado. Como fue el caso de una amiga mía llamada Dolores, cuyo apellido era Fuertes, y su esposo se apellidaba Barriga. ¿Se lo imaginan? Terminaron llamándola Dolly.

Apellidos ilustres (¿o lustrados?) – Marzo 19, 2012

Era la época en la que todos los quinceañeros queríamos tener lindos nombres. Si te llamabas Isolina Berta, por ejemplo, te hacías llamar María Marta. Con los apellidos pasaba lo mismo: si no pertenecías a la «nobleza», te lo cambiabas cuando conocías una chica nueva y debías darte a conocer. Así, en lugar de Pérez o García, terminabas siendo Saavedra Lavalle, y en vez de Rodríguez o Fernández, Sarmiento Irigoyen. Había excepciones, claro está. Como era el caso de Ezequiel Máximo Paz, que cuando le preguntaban cómo se llamaba, decía simplemente «Paz». Pocos sabían que su apellido materno era Appichiafuocco.

Moby Dick – Marzo 19, 2012

¡Cuánto odio sentía el Capitán Ahab! Odio y admiración por la imponente ballena blanca llamada Moby Dick.  Ella ya le había destrozado las piernas en un encuentro previo y en él sólo anidaba la sed de venganza. La persiguió por los siete mares durante meses y meses, pero el escurridizo escualo siempre se le escapaba. Un día, sin embargo, se escuchó a unos marineros gritar: «¡Ahí sopla! ¡Un lomo como una montaña de nieve! ¡Es Moby Dick!». El capitán se aprestó a consumar la venganza. Apuntó el arpón y disparó… El pobre esquimal miró consternado cómo le agujereaban la canoa…

Cleopatra y el áspid – Marzo 19, 2012

Dicen los historiadores que si Cleopatra hubiera tenido su nariz unos centímetros más corta, la historia del mundo habría sido totalmente distinta. Julio César se enamoró perdidamente de ella y tras nueve meses de intenso romance nació el hijo de ambos, Cesarión. Luego fue Antonio quien sucumbió a sus encantos. Cleopatra no pudo hacer lo mismo con Octavio y decidió suicidarse. Para ello, se hizo morder en el pecho por un aspid, que acabó con la vida de la reina, vida llena de intrigas y maledicencias… ¿Y el áspid? La historia no lo aclara, pero parece que también murió envenenado.

La historia de las pirámides – Marzo 26, 2012

¿Cuál es la verdadera historia de las pirámides? A pesar de las múltiples versiones que mencionan a seres extraterrestres y civilizaciones superiores que habrían puesto los conocimientos para la construcción, estudios recientes han demostrado que la génesis de las mismas es completamente otra y muy terrestre. El rey Akenatón le encargó a un arquitecto egipcio llamado Calculomalis que construyera un enorme cubo de piedra para poner su tumba. Pero conforme avanzó la construcción, el presupuesto real comenzó a flaquear y fue necesario hacer ahorros. Entonces las piedras se fueron apilando hacia el centro y el cubo se transformó en pirámide.

Alexander Graham Bell (1847 – 1922) – Marzo 26, 2012

Fue un verdadero innovador. Conocido por la invención del teléfono, desarrolló otras ideas tales como el alerón que aún hoy se usa en los aviones. A pesar de no ser sordo, creó un método para mejorar la expresión de los hipoacústicos de nacimiento. Carecía de formación en las cuestiones relativas a la electricidad pero se las arregló para aprender lo necesario para sus investigaciones. Luego, basándose en las experiencias de Morse, inventó el teléfono cuando apenas tenía veintiocho años de edad. Pero éste es el problema de todo pionero. Cuando terminó de desarrollar su invención… ¡no tenía con quién hablar!

La mano en la trampa – Marzo 26, 2012

Noche fría y lluviosa. Mi padre había salido, mientras mi madre y mis hermanas miraban «Cumbres borrascosas» por televisión. Posesionadas por el argumento, las tres mujeres se apretujaban en un sillón para darse ánimo y calor. En la escena culminante, la heroína entra a una habitación y una mano sale de la oscuridad para atraparla. Nerviosa, mi madre va hacia la cocina. Cuando sale al patio, ve la puerta medio abierta y una mano que se asomaba… Cuando salió del desmayo le explicamos que papá, para no mojarse, estaba tratando de desenganchar la cadena de seguridad, pero no quería creernos…

El rayo  – Febrero 14, 2013

Se llamaba Alberto, pero le decíamos «el rayo» porque recorría la oficina a toda velocidad. Dando grandes trancos, subía de a tres los escalones del primer piso, y al llegar al descanso se colgaba del pasamanos para girar noventa grados a la derecha y seguir subiendo. De tanto tironearlo, terminó por aflojar la barandilla. El jefe de mantenimiento la retiró para arreglarla, pero «el rayo» no se percató. Otra vez los trancos, el manotazo al vacío, y el rayo que salió despedido hacia la puerta cerrada del baño… Cuando se jubiló, aún conservaba la marca del golpe en la frente.

Dios se lo pague – Mayo 29, 2013

Este relato está inspirado en la película argentina del mismo nombre, pero su desarrollo y su final son distintos a los de aquella

Pedía limosnas acuclillado en la puerta de la iglesia más concurrida del barrio. A quien le daba una moneda le respondía con un cálido «Dios se lo pague». Pero bajo los harapos de mendigo ocultaba la realidad de un millonario que había amasado una fortuna sobre la base de la caridad ajena. Por las noches, sin embargo, cuando dejaba la «parada» habitual, se retiraba a su mansión, en la que alojaba y daba de comer a treinta niños sin hogar. Así, transfundía a los más necesitados el mismo amor que él recibía de la gente en su disfraz de mendicante.

Desencuentro – Febrero 13, 2013

(Relato inspirado en un chiste gráfico del dibujante Caloi, en la revista del diario Clarín)

Se conocieron en el Louvre mirando la obra maestra de Leonardo. Los ojos de ambos pasaron de la inmortal pintura hacia el rostro del otro. Fue amor a primera vista. Él inició la conversación: «¿Le gusta Leonardo?». Hablaron hasta percatarse de que eran almas gemelas. Quedaron en encontrarse para almorzar en un lugar que llevaba el nombre del cuadro admirado. Se separaron llenos de ilusión.  Al día siguiente se esperaron mutuamente, hasta que decepcionados de no verse, cada cual se fue por su lado. Ella estaba en la confitería La Gioconda, y él en la puerta del restaurante Mona Lisa.

Conmoción – Junio 26, 2013

Había planeado el crimen cuidadosamente y lo había ejecutado magistralmente. Hizo que Elisa lo invitara a cenar y cuando estaban a solas la narcotizó y la mató. Ocultó el cadáver en el baúl de un coche robado y lo hundió en la ciénaga hedionda que quedaba a diez kilómetros del pueblo. Luego regresó a la casa. Tenía el presentimiento de que algo no había salido bien. Al entrar, la vio parada en el medio de la sala, mirándolo fijamente. Su corazón no resistió la impresión y cayó muerto allí mismo. Nunca se enteró de que Elisa tenía una hermana gemela…

El volcán Mayo 22, 2013

El volcán ruge furioso, como poseído por mil demonios. En sus entrañas se revuelve el fuego que derrite con su efervescencia todo a su alrededor. La lava hirviente trepa por las paredes y se derrama al exterior arrasando con lo que encuentra a su paso. No hay manera de controlar su fuerza ni de pacificar su furia. El mismísimo infierno parecería un paraíso comparado con tanto ardor. Durante el día la fogosidad va en aumento, y por la noche ya resulta una explosión de calor insoportable… ¡Maldita úlcera! ¡Juro que es la última vez que como una comida tan picante!

Sócrates – Mayo 1, 2013

Considerado uno de los padres de la filosofía, Sócrates al principio fue escultor, pero luego dedicó su vida a la investigación. Se casó con Jantipa, mujer de pésimo carácter. Tanto, que aseguran que inició su vida pública para alejarse de ella. A través de la mayéutica, era capaz de hacer razonar a todos, excepto a la esposa. Condenado por corromper la juventud, una noche, rodeado de amigos, comió y bebió copiosamente. Al terminar la cena, tomó una copa de cicuta. Luego entró en la piscina de agua helada. Murió lentamente… Por eso los médicos aconsejan no bañarse inmediatamente de comer…

El monstruo – Abril 24, 2013

El largo túnel tenebroso, invadido por oscuras soledades, dejaba ver de tanto en tanto un halo mortecino en el abovedado techo de la hosca galería subterránea. El monstruo avanzaba a gran velocidad, devorando la distancia, bamboleando grotescamente el cuerpo, gimiendo un rugido imperceptible a veces, atronador las más, que generaba un cierto espanto. Al voltear una profunda curva, aminoró la marcha. Allá lejos, cien metros por delante, un tenue resplandor cobraba poco a poco mayor intensidad. Tras un instante de vacilación, continuó el lento avance. La luz terminó de invadirlo y se detuvo. El tren había llegado a la estación.

El teléfono público – Abril 17, 2013

Roberto era un escéptico. Descreía de todo y pensaba que nunca viviría nada extraordinario. Su vida transcurría entre la rutina cotidiana y el mero aburrimiento. Sus pasos, calcados cada día, se repetían instante tras instante: levantarse, tender la cama, higienizarse, desayunar, recorrer cinco cuadras hasta la oficina, trabajar, volver a casa, cenar, dormir… Un día caminaba por la calle cuando al pasar frente a un teléfono público, éste comenzó a sonar. Roberto pensó en continuar andando, pero reflexionó que podía tratarse de una emergencia. Levantó el tubo y respondió «Hable». Del otro lado, una seductora voz femenina dijo: «¿Hola, Roberto?»…

Ternura canina – Enero 23, 2013

Manejaba distraídamente el coche por la ruta cuando de repente una tierna escena que transcurría a la vera del camino captó mi atención. Era un grupo de cuatro perros congregados sobre la húmeda banquina. El primero de ellos yacía sin vida, visiblemente atropellado por algún apurado conductor. Junto a él, con el hocico sobre el lomo, se acodaba un segundo animal. Los dos restantes permanecían sentados custodiando al caído. No soy precisamente un sentimental, pero no pude evitar que una lágrima rodara por mi mejilla al comprender, a través de esta sencilla imagen, el significado profundo de la palabra «amistad».

¡Sos un imbécil! – Enero 16, 2013

Nunca se daba por aludido ni se involucraba en nada. Generalmente estaba ausente cuando pasaba algo importante y recién al volver se enteraba de lo sucedido. Su frase favorita y repetida hasta el hartazgo era: «Yo no sé nada». Y su actitud habitual lo mostraba como alguien que no entiende lo que ocurre ni comprende lo que se le dice. Por todo eso lo llamaban «el prescindente». Un día, tras una fuerte discusión y cansada de su proceder, la esposa le gritó: «¡Sos un imbécil!». Él la miró y le respondió: «No me vengas con insinuaciones. A mí hablame claramente».

Filatelia – Enero 9, 2013

Tenía la mejor colección de sellos postales del planeta. Clasificados por países, temas y fechas de emisión, los pequeños rectángulos dentados completaban las páginas de cientos de álbumes policromáticos. Sólo una nube empañaba su felicidad de experto filatelista. Sabía de la existencia de la estampilla más rara del mundo, emitida por una comuna nepalesa al pie del Himalaya. Decidió ir a buscarla. Vendió todas sus posesiones para costearse el viaje en avión, tren, micro, carreta y hasta de a pie. Finalmente llegó al lugar, entró al correo y pidió una estampilla. El empleado, mirándolo bucólicamente, le dijo: «Se me acabaron».

La turquesa – Enero 2, 2013

Vive en Buenos Aires, pero no desentonaría en una calle de Beirut o de Dublin. Al padre, de ascendencia sirio libanesa, lo llaman «el turco», porque tiene todas las características de los hombres de esa raza: tez oscura, cabello hirsuto y ojos pardos. La madre, en cambio, es blanca, pecosa, pelirroja y de ojos claros, como toda irlandesa que se precie. La niña heredó los rasgos genéticos de ambas partes y resultó una hermosa morena de ojos verdes. ¿Cómo la llaman los amigos?… «¡La turquesa!». Porque, parafraseando la letra de un tango, “es una rara mezcla de turco e irlandesa”.

El Museo Británico (con sorna antibritánica) – Diciembre 26, 2012

El Museo Británico debería llamarse «El Museo del Mundo», tal la variedad de objetos de todo tipo que se encuentran en su interior, traídos desde todos los rincones del planeta. Siglos de historia se acumulan entre sus paredes. El arte antiguo está presente en toda su magnitud: grabados sumerios, bajorrelieves babilónicos, obeliscos egipcios, esculturas griegas, capiteles romanos… ¡Hasta la piedra Rosetta está allí! Expresiones de las diversas culturas florecidas a lo largo de los siglos mostrando el esplendor de la civilización humana. Bueno, de todas las culturas, no. Por más que se busque, no se encuentran obras culturales de Inglaterra…

De cómo se conocieron Marta y Gonzalo  – Junio 5, 2013

Marta estaba en esa edad crítica en que no lograba concretar una relación estable. Gonzalo recién salía de una frustrada experiencia amorosa que lo mantenía atormentado. Ella tenía un problema crónico en una rodilla. Él padecía de una entorsis de columna. Ambos habían descartado la operación. Un día Gonzalo iba manejando el automóvil cuando, al llegar a un semáforo, la luz cambió y tuvo que frenar de golpe. Marta, que venía en el coche de atrás, le dio un tremendo topetazo. A Marta se le compuso la rodilla. A Gonzalo, la columna. Y a ambos se les arregló la vida.

Coqueto – Julio 3, 2013

Siendo ya mayor de edad, Alejandro conservaba un toque de coquetería juvenil. Combinaba apropiadamente los colores de la ropa y usaba perfumes que le daban un signo de distinción. Cuando perdió los últimos dientes, se hizo colocar un postizo porque odiaba aparecer desdentado. Al principio le costó adaptarse porque la prótesis le quedaba floja. Un día, cenando con gente muy importante, al llevarse un bocado a la boca se le cayó la dentadura. Comenzó a buscarla con disimulo, sin encontrarla. Cuando el mozo retiró los platos, junto con la fuente de la ensalada se fue también la prótesis de Alejandro.

Mi perro “Salí de aquí” – Julio 10, 2013

Nuestro perro ovejero alemán es muy especial. Tiene una hermosa estampa y cuando ladra o muestra los dientes a los desconocidos, infunde respeto. Pero posee algunas características que lo vuelven vulnerable. Es algo bizco y su olfato no es muy agudo. Pero lo peor es que no comprende bien las órdenes. De hecho, nosotros pensamos que él cree llamarse “Salí de aquí”, porque cuando le decimos así, salta de contento y mueve la cola. Pero ya encontramos el modo para que nos haga caso: le damos las órdenes después de que hace las cosas. Así logramos que siempre nos obedezca.

La telenovela – Julio 17, 2013

Cuando comienza la telenovela, toda actividad se detiene en la casa. Es el momento de sentarse a mirar televisión. Las mujeres acaparan las sillas más cómodas y durante una larga hora sólo se vive la realidad que muestra la pantalla. Es en vano pretender conversar en ese lapso: al que intenta hablar, lo obligan a callar. Sólo se dialoga con el televisor: se hacen comentarios mordaces sobre los personajes, se emiten quejas por los romances no compartidos, se anticipan las decisiones que los personajes deben tomar…  Hasta que la pantalla se oscurece y, suspirando, las mujeres vuelven a sus tareas…

El colectivo  – Julio 24, 2013

Harto de esperar el colectivo, miró hacia el reloj. Hacía media hora que esperaba al odiado transporte que no llegaba. Desde que le robaran el coche lo hacía a diario pero no terminaba de adaptarse. El micro no venía, y cuando lo hacía repleto de gente, solía pasar de largo. Y si podía abordar alguno, debía viajar de pie soportando pisotones. Pensó en tomar un taxi, pero la idea no lo sedujo: a fin de mes esas «licencias» se sentían en el bolsillo. Entonces tomó una decisión: cruzó la calle y subió al primer transporte que pasaba en sentido contrario…

El ascensor – Julio 31, 2013

El ascensor se detuvo entre dos pisos. Los ocasionales y hasta entonces anónimos compañeros de viaje nos observamos mutuamente con inquietud. Un hombre mayor apretó repetidamente los botones pero nada sucedió. Un joven abrió y cerró la puerta varias veces y tampoco tuvo éxito. Una señora madura comenzó a abanicarse. Entonces empezaron los primeros comentarios: «¿Qué habrá pasado?», «¡Qué barbaridad!», y así por el estilo. Alguien gritó pidiendo ayuda, pero el edificio parecía estar vacío. Hacía calor, el tiempo transcurría y el nerviosismo se apoderaba de nosotros. Inesperadamente el ascensor comenzó de nuevo a moverse. Inmediatamente, todos recuperamos nuestro anonimato.

“Notorius” – Agosto 7, 2013

Notorius era el vecino tal vez más prominente del poblado al que llegara treinta años antes y que lo adoptara como dilecto hijo. Nadie recordaba su verdadero nombre, oculto bajo el seudónimo con que lo conocían y nombraban. Todos le demostraban el aprecio y respeto que sentían, y recurrían cotidianamente a su indispensable ministerio. Y él les respondía con una sonrisa franca en los labios y una impecable actitud de solidaridad. Un día falleció, y el pueblo celebró el duelo durante una semana. Notorius no había sido el médico, el alcalde o el párroco, pero nadie olvidaba al querido barrendero.

Las pantuflas de Juan  – Octubre 7, 2013

Juan era carnicero, el mejor del barrio. Sus manos, impecables, sin cortes ni magullones, hablaban de su profesionalismo. El local tenía una cámara frigorífica. Para trabajar cómodo en ese ambiente frío y húmedo, Juan usaba pantuflas de abrigo. Tenía más de un par para cambiarse cuando se le mojaban. Elsa, la esposa, las colgaba de la puerta del horno encendido para secarlas, pero más de una vez se olvidaba de ellas y quemaba alguna. Pero halló la solución: le compraba siempre el mismo modelo de zapatillas y las intercambiaba, con lo cual nunca faltaban pantuflas para darle comodidad a Juan.

Reencarnación – Octubre 15, 2013

Los hindúes son un pueblo con dos características distintivas: creen en la reencarnación y veneran en extremo a los animales. Purun Baghat era un hindú atípico, ya que no creía que después de muerto su alma buscara otro cuerpo para alojarse. Y además, odiaba a los gatos. El día que murió tuvo la mala suerte de reencarnarse en un ratón. Entonces algo cambió: no tuvo más remedio que creer en la reencarnación y desear fervorosamente volver a nacer para tomar una figura distinta a la que tenía en ese momento. Lo que nunca cambió fue su odio hacia los felinos…

Encuentro fantástico  – Diciembre 16, 2013

Era la voz más dulce que jamás hubiera escuchado. La enigmática desconocida, totalmente cubierta de pies a cabeza, lo había abordado en mitad de la noche para pedirle que le hiciera compañía durante un par de cuadras. «Lo haré si se desemboza y me muestra el rostro», le respondió. «No, por favor», le rogó ella. «Sólo acompáñeme». Él insistió, deseoso de conocer a la dueña de tan hermosa voz, pero ella mantuvo la negativa. Comenzaron a caminar. En un descuido, él tomó la capa y se la arrancó. Al hacerlo, quedó mudo de terror. Bajo el embozo no había nada…

Sueños y pesadillas – Enero 12, 2014

Hay una línea muy sutil que separa los sueños de las pesadillas. Soñando, se puede sufrir más que estando despierto, y al salir del sueño, la angustia suele subsistir. Y si se trata de una pesadilla, despertar implica normalmente un gran alivio. Una noche Rodolfo escuchó fuertes ruidos en la pieza de los padres. Se asomó alarmado y vio que el padre, en medio de una pesadilla, le pegaba a la esposa. No eran golpes muy fuertes, pero dolían. Lo despertó de un grito. Nunca pudo discernir en la mirada pícara del padre si éste realmente había sufrido una pesadilla.

Paranoia – Abril 27, 2014

La inseguridad produce paranoia. Y si no, vean lo que le pasó a Marcelo. Una noche caminaba por una calle desierta y poco iluminada, cuando vio que dos personas se dirigían directamente hacia él por la misma vereda. Sintió miedo, pensando que lo iban a asaltar. Comenzó a cruzar la calle con disimulo. Simultáneamente los otros hicieron lo mismo. Ahora estaba seguro: iban a robarle. Cuando estaban a un metro de distancia, una de las personas comenzó a hablarle. Marcelo se puso en guardia. Al tirar el primer golpe, escuchó que le decían: “Me puede decir la hora, por favor…”.

El circo de pulgas – Mayo 4, 2014

Relato basado en un chiste popular

«Pasen y vean la maravillosa atracción: las pulgas amaestradas». El reclame sonaba en voz alta, y grandes y chicos se apiñaban para entrar al circo. Sobre un escenario elevado se desplegaban aparatos de acrobacia en miniatura: subibajas, trapecios, hamacas… Pero las pulgas no animaban los equipos. Éstos se movían impulsados por diminutos motores. La función siempre terminaba con el mismo gag: el animador anunciaba que se le había escapado una pulga y se metía entre el público a buscarla. Fingía encontrarla en la cabeza de un espectador, y después de mirarla, la devolvía diciendo: «Disculpe. Ésta pulga no es mía».

Distraído (III) – Junio 22, 2014

Con la edad estoy cada vez más distraído. Ya no se trata de guardar la plancha en la heladera o de dejar las llaves en la cerradura externa de la puerta. El problema mayor se produce cuando estaciono el coche y luego no recuerdo dónde lo dejé. Para evitarlo, compré una libreta donde anotar la calle en que estaciono. Días pasados la estrené: fui a una fiesta y dejé el coche en la esquina de Directorio y Cachimayo. Anoté la dirección y me fui contento a la reunión. Sólo al salir advertí que había olvidado la libreta dentro del coche.

Aridez – Julio 6, 2014

Cruzaba el desierto montado en su viejo camello. La arena cubría el espacio visible hasta la línea del horizonte. El viento movía las dunas como olas de un denso mar amarillo y el calor sofocante volvía más penosa aún la de por sí penosa travesía. A lo lejos divisó las copas de unas altas palmeras, único signo de vida en el contorno. Galopó hasta el oasis para saciar la sed y se zambulló en las aguas poco cristalinas. Luego llenó las cantimploras y continuó el viaje. Nunca notó que en el borde de la laguna anidaba una pequeña flor azul…

Respetuosa – Julio 27, 2014

Este cuento está basado en dos hechos de la vida real ocurridos en mi infancia, hace ya muchos años.

Era una joven muy respetuosa. Más bien, extremadamente respetuosa. Mejor dicho, exageradamente respetuosa. Desde pequeña le habían enseñado a no tutear a los mayores, a no decir malas palabras y a saludar cordialmente a los vecinos. Así, cada vez que pasaba frente a don Pepe, el anciano que juntaba tiempo sentado en una silla de paja puesta en la vereda, lo saludaba atentamente. Entiéndase bien: cada vez; es decir, hasta siete veces por día… Una tarde la madre le pidió que comprara dentífrico Colgate. Fue al almacén y le dijo al tendero: “Don Manuel, deme un tubo de dentífrico cuélguese”…

Hola, ¿papi? – Agosto 31, 2014

Este cuento está basado en un hecho de la vida real.

Carlos sentía tanto cariño por el suegro que lo llamaba “papi”. El día en que su esposa iba a dar a luz a su primera hija, el suegro le recomendó enfáticamente: “Carlos, llamame apenas nazca la niña, no importa la hora que sea”. Ya en el sanatorio, el trabajo de parto se demoró y la pequeña nació recién a las dos de la mañana. Carlos, emocionado, llamó al suegro por teléfono, pero se equivocó al marcar el número. Una voz somnolienta le respondió: “Hola”. Carlos dijo: “Hola, ¿papi?”… Se dio cuenta de su error al escuchar: ”Andate a la …”.

 Fórmula 1 – Octubre 5, 2014

No era el mejor día para una carrera de Fórmula Uno: llovía, por momentos torrencialmente, y en otros, una fina llovizna empañaba como con un «spray» los parabrisas de los coches dificultando la visión. Era el debut de Ricardo e iba delante de todos. Estaba emocionado y le costaba creer lo que estaba viviendo. Detrás de él se alineaban el múltiple campeón y el resto de los experimentados corredores. Dieron una vuelta, luego otra, siempre en el mismo orden. Luego, Ricardo se hizo a un costado de la pista con el coche de seguridad que manejaba, y la carrera comenzó.

La cámara fotográfica – Noviembre 2, 2014

Siempre llevaba consigo la cámara fotográfica preparada para captar alguna imagen fuera de lo común. Había logrado retratar gente y animales en diversas posiciones y situaciones: algunas graciosas, otras trágicas y otras más tragicómicas. Aspiraba a que sus fotos dieran la vuelta al mundo y, por qué no, ganar el premio Pulitzer. Un día, mientras paseaba, vio una manifestación que venía hacia él. Aprontó la cámara y comenzó a disparar. Un encapuchado, con un garrote en la mano, se le abalanzó… Los diarios del día siguiente publicaron la foto. Debajo de ella se leía: «Fotógrafo toma instantánea de su asesino»…

Concentración – Enero 25, 2015

Si ustedes buscan la mejor definición del vocablo concentración, yo se las doy en pocas palabras. Concentración es mi gata Keika acechando a una mosca. Cuando la pequeña felino advierte la presencia del insecto, tensa los músculos como si fueran elásticos a punto de estallar y permanece quieta y en silencio fijándole la vista. Nada la distrae: ni un llamado, ni una caricia, ni el olor de la comida… Se inmoviliza lo mismo que una estatua y mira a su presunta víctima como intentando hipnotizarla. Luego se abalanza sobre ella lanzándole un zarpazo. Y la mayoría de las veces acierta.

Las mil y una noches… frustradas – Febrero 8, 2015

Relato satírico basado en el famoso clásico de la literatura árabe

Existía en Persia un Sultán que tenía por costumbre desposar cada día a una nueva esposa y hacerla matar al día siguiente de la boda. La hija del Visir, de nombre Scherezade, pidió autorización para contraer matrimonio con el Sultán (porque tenía un plan para acabar con las matanzas). La noche del himeneo los esposos fueron al dormitorio, y como el Sultán gustaba de oír contar historias, Scherezade le narró un cuento que había preparado especialmente para él. Pero el relato era tremendamente aburrido, y al terminarlo, el Sultán se había dormido. Al día siguiente, Scherezade también perdió la cabeza.

La laguna mágica – Febrero 22, 2015

En esa tierra inhóspita y helada que es Islandia, muy cerca de Reykjavik, existe una laguna oculta entre montañas que posee extrañas cualidades. Si alguien entra en ella portando pensamientos y espíritu de niño, el agua surge tibia y apacible y la persona emerge renovada, radiante y emanando aromas a jazmín. Pero si al sumergirse el bañista se ha olvidado que alguna vez fue niño, el agua se congela, las olas baten con violencia la ribera y la piel se apergamina formando una costra nauseabunda. Si usted está pensando bañarse en la laguna, cerciórese de poseer un corazón de niño.

¡Maten al mensajero! – Marzo 15, 2015

Lo habían comisionado para comunicarle al rey una mala nueva. Debía informarle que habían perdido la batalla y que las fuerzas enemigas se aproximaban a cercar la ciudadela. Conociendo la costumbre real de matar al portador de las noticias, preparó una argucia para poner a salvo su pellejo. Convenció al tonto del pueblo para que llevara el mensaje, mientras que él iría como acompañante. Así lo hicieron. Se presentaron ante el rey, le dieron la mala nueva y esperaron. El rey reflexionó unos instantes y dijo: «Hoy cambiaremos la costumbre. En lugar de matar al mensajero, colgaremos a su acólito…».

Romeo y Julieta – Revisionismo histórico – Mayo 5, 2015

Vivían en Verona dos familias enemigas, cuyos hijos, Romeo Montesco y Julieta Capuleto, se enamoraron y contrajeron matrimonio en secreto. Desterrado Romeo de Verona por haber dado muerte a Tebaldo para vengar el asesinato de su amigo Mercutio, Julieta simula aceptar como marido al conde Paris, pero la noche anterior a la boda bebe un elixir que le suministrara Fray Lorenzo y que la sumiría en un estado cataléptico parecido al de la muerte. Pero el fraile se equivocó de frasco y en lugar de la pócima le entregó un laxante. Así supimos que Julieta no murió de una puñalada…

Medio sordo – Mayo 31, 2015

Relato basado en un chiste popular de origen desconocido

Esteban era medio sordo. No es que escuchara a medias, sino que oía perfectamente con el oído derecho, pero absolutamente nada con el izquierdo. Quienes lo conocíamos comprendíamos por qué siempre se sentaba en la punta de los sillones, cambiaba de lugar o hacía contorsiones con la cabeza para escuchar mejor. Esa dificultad no le impidió llegar a tener un cargo importante en una gran empresa. Un día un empleado, por hacerse el gracioso, musitó en su oído izquierdo: «¿De dónde venís, sordo de m…..?». Esteban lo miró con una sonrisa y le dijo: «De comprar un audífono, ex empleado».

 ¿Quién te atropelló? – Mayo 17, 2015

Relato desarrollado a partir de un chiste popular de origen desconocido

Lo vio venir, pero no tuvo tiempo de esquivarlo. El coche lo atropelló arrojándolo hacia un lado. Se incorporó maltrecho, sólo para encontrarse con un caballo que cabalgaba hacia él a toda velocidad. Intentó apartarse pero no lo logró: los cascos del corcel le pegaron en la frente y volvió a caer. Todavía aturdido, intentó una vez más ponerse de pie, cuando una motocicleta llegó raudamente hasta él y nuevamente fue a dar al suelo con toda su humanidad. Maldijo en voz baja. ¡Ésa sería la última vez que le daría el gusto al sobrino de subir a una calesita!

El astrólogo – Junio 14, 2015

Era tan aficionado a la astrología que habría querido vivir varias vidas para profundizar en todos los signos del zodíaco. ¡Y casi lo logró! De chico fue de Piscis hasta que aprendió a controlar los esfínteres. Cuando creció, le prestaron unas Libras e instaló un Acuario. Conoció a una chica que era Virgo y se puso de novio con ella. Se casaron y al tiempo tuvieron Géminis. Luego ella lo transformó en Capricornio cuando se marchó con el mejor amigo de él. Escapando de un Leo, lo corneó un Tauro y lo picó un Escorpio. Al final, murió de Cáncer.

Las apariencias engañan – Junio 28, 2015

El padre siempre le decía: “De lo que te digan, no creas nada. Y de lo que veas, cree solamente la mitad”. Ella no entendía el sentido del consejo, pero lo aceptaba por respeto a su progenitor. Un día, sin embargo, terminó de comprender. El padre tomó un muñeco y le pidió que lo describiera. Ella respondió: “Veo un muñeco bien vestido, con una linda camisa blanca de manga larga”. Entonces el padre le quitó el saco y le mostró que la camisa era en realidad una pechera, un cuello y dos puños… Desde entonces, nunca olvidó el consejo paterno.

Ignorancia – Julio 19, 2015

El pequeño alguacil me miraba fijamente, agitando con frenesí las alas para permanecer inmóvil en el aire frente a mí. Me miraba con curiosidad, como quien nunca ha visto un ser humano, hundiendo sus grandes ojos facetados en mis pupilas, mientras pirueteaba graciosamente con el fino y alargado abdomen. Era una suerte de combate visual entre dos seres totalmente distintos que se observaban con mutua desconfianza. De pronto se me vino encima, para enseguida caer estrepitosamente al suelo, agonizante. Abrí la ventana y recogí el cuerpo inanimado. El bello insecto nunca llegó a comprender el misterio de un vidrio transparente.

El mercader y la bolsa – Agosto 9, 2015

Este relato está inspirado en un cuento que me llegó vía internet y cuyo autor desconozco

Cierto día un mercader encontró una bolsa con ocho esmeraldas. Buscó al dueño, que era un tal Shamir y se la devolvió. Pero Shamir, que era muy avaro, le dijo: «¡Falta una esmeralda! Yo te la iba a entregar como recompensa. Vete de aquí, ladrón». El mercader, indignado, fue a ver al juez, que tenía fama de sabio. Éste llamó a ambos a la corte y le preguntó a Shamir: «¿Dices que tu bolsa contiene nueve esmeraldas?». «Sí señor», respondió Shamir. «Entonces, esta bolsa no es tuya, porque sólo tiene ocho». Y volviéndose al mercader, le dijo: «Llévatela, es tuya».

El faquir – Agosto 23, 2015

En ese país continente que es la India, en un pequeño pueblo aledaño al Ganges, el río sagrado que fluye desde el norte, existía un faquir famoso por sus extravagancias, algunas de las cuales eran francamente deplorables. Una vez decidió que nunca más se cortaría las uñas de la mano izquierda. Y cumplió. Entonces, éstas alcanzaron longitudes difíciles de manejar. Por las noches dormía sobre un lecho de clavos y muchas veces almorzaba porciones de vidrio recién molido. Un día se enfermó gravemente y terminó muriéndose al no poder aplicarle el tratamiento apropiado porque… ¡le tenía miedo a las inyecciones!

La libreta de enrolamiento – Julio 26, 2015

Aún guardaba la vieja libreta de enrolamiento con las hojas ajadas por el tiempo. Casi no se reconocía en la foto de los dieciocho años. En la hoja de las votaciones sólo quedaba un lugar para las elecciones de ese día. Fue a sufragar llevando en andas la ilusión de completar la grilla. El presidente de mesa llenó el casillero y le dijo: “Tendrá que cambiar de documento”. Él sonrió, sintiendo la satisfacción del deber cumplido. Ese fue su último voto antes de morir. Esa noche, al encontrar los deudos la libreta, vieron que la página de votaciones estaba vacía.

El esposo equivocado – Agosto 30, 2015

Este relato está basado en un hecho de la vida real.

Marta y José eran un matrimonio muy unido. Tanto, que en todas las salidas caminaban tomados de la mano, conservando la costumbre adquirida en la época de novios. Un día, al asistir a un espectáculo de un famoso artista, era tal la cantidad de gente que abandonaba el teatro que por un instante perdieron el contacto. Manoteando desesperadamente, volvieron a aferrarse de inmediato y continuaron saliendo de la sala. Al llegar a un lugar menos atestado, Marta miró hacia José. Éste le devolvió la mirada. Luego, ambos dirigieron la vista hacia el extraño al que Marta llevaba de la mano.

Revivir – Setiembre 20, 2015

Muy cerca del poblado hay una laguna de aguas cristalinas. Hasta ella se llega a través de un angosto camino bordeado de plantas de frutilla y flores montaraces. El espejo de agua se puebla de garzas, patos multicolores y sapos, que viven en armonía en la época de la lluvia. Pero cuando llega el tiempo de sequía, las aves emigran y los sapos se entierran en el suelo húmedo que poco a poco se abochorna. Y con la tierra, también se secan los pequeños batracios, que parecen sucumbir. Sólo cuando vuelve la lluvia, los sapos reviven y vuelven a emerger…

La moto despertador – Octubre 25, 2015

Este relato está basado en un hecho de la realidad.

Las casas del pequeño pueblo se alineaban sobre las angostas calles de tierra trazadas en damero. Todos sus habitantes se conocían entre sí y convivían con el joven Andrés, dueño de la única motocicleta de alta cilindrada del lugar, que cada día cerca de las seis de la mañana manejaba hacia el trabajo despertándolos con el rugido estridente del escape. Ante las numerosas quejas, los policías intentaron atraparlo, pero nunca lo lograban. Entonces decidieron emboscarlo, pero un amigo lo puso sobre aviso y ese día Andrés cambió de ruta… Los vecinos volvieron a quejarse… ¡porque llegaron tarde a sus trabajos!

¿Qué te pasa? – Noviembre 8, 2015

Este relato está basado en un hecho de la realidad.

“¡Qué molesta está hoy esta criatura!”, pensaba María, mientras miraba a su bebé llorar con desconsuelo. Recién alimentado, limpio y vestido, no parecía haber motivo para tanto llanto. Le controló la temperatura, pasó un dedo por sus dientes, le oprimió los oídos y el estómago, pero no halló nada que justificara el malestar. Entonces decidió llevarlo al médico para que lo examinara. Mientras esperaban en la recepción, el niño continuaba con su llanto incontrolable. Al entrar al consultorio, antes de que María empezara a hablar, el pediatra se le adelantó preguntándole: “Dígame señora, ¿siempre le pone los zapatos al revés?”.

Broma cruel – Noviembre 29, 2015

La fundición de vidrio es una industria que trabaja a tan alta temperatura que los operarios cocinan carne vuelta y vuelta apoyándola durante un minuto sobre la pared del horno. Los operarios antiguos suelen gastar bromas crueles a los novatos… Era el primer día de trabajo de Enrique como ayudante de foguista. Asombrado por la majestuosidad del proceso, observaba todo con concentrada atención. De pronto, alguien le dijo: “Pibe, alcanzame esa botella”. Enrique fue a tomarla, pero a pocos centímetros sintió el calor y se detuvo. ¡Menos mal! ¡Acababan de sacarla del horno y estaba a más de setenta grados!

Obsesión – Diciembre 20, 2015

Su obsesión por la sal sobrepasaba los límites de toda lógica. Por más condimento que le pusiera a las comidas, nunca era suficiente para darles gusto. Como la familia conocía su manía, hacía lo posible por complacerlo. Un día sucedió lo inevitable. La madre, al preparar el almuerzo, le echó una cierta cantidad de sal. En un momento que salió de la cocina, la hija volvió a salarla. Más tarde, el esposo hizo lo mismo. Finalmente el propio Eduardo contribuyó con su cuota de sodio. Llevaron la comida a la mesa. Eduardo la probó y dijo: “¿Me alcanzan la sal?”.

Olaf el vikingo – Enero 17, 2016

Tomado de una tira del popular personaje publicada hace algunos años en la Revista «Gente y la actualidad».

Estaban peleando denodadamente contra los bretones. La batalla era intensa y no se atisbaba el ganador. Sin embargo, parecían ser ya los últimos escarceos. Los vikingos avanzaban lenta pero seguramente sobre las posiciones defendidas valerosamente por los habitantes de las Islas Británicas. De pronto, el lugarteniente de Olaf, de nombre Chiripa, como rindiendo un homenaje, sentenció con voz grave: «Es mejor pelear bien y perder, que pelear mal y ganar». Olaf abandonó por un instante el combate, miró a su segundo y le preguntó: «¿De dónde sacaste esa idea tan estúpida?». Chiripa, avergonzado, respondió: «De la lápida de ese tipo»…

Estío – Enero 31, 2016

Llegó el verano. Los días comenzaron a alargarse y las noches a acortarse. Llegó el tiempo de la comida liviana, la bebida fresca y los picnics al aire libre. ¡Y también de los asados! Pero el verano no sólo se mide en tiempo de comida. Basta mirar hacia arriba por las noches. El cielo azul profundo, tachonado de estrellas luminosas, entrega una visión del más allá que enciende el corazón. Y la luna coqueteando entre las constelaciones alumbra con su pálida luminiscencia los caminos del amor. Si sabemos disponer nuestro ánimo, la vida toda se vive en clave de verano…

La televisión – Febrero 21, 2016

Cuando era pequeño no existía la televisión. Nuestra diversión consistía en leer libros y revistas, jugar en la calle, escuchar radio… ¡y dejar volar nuestra imaginación! Así crecí, entre fantasías mitad contadas y mitad soñadas. Luego vino la caja maravillosa que nos fascinó con su tecnología, pero que comenzó a robarnos lentamente la alegría de fabular e ilusionarnos con nuestros propios pensamientos, para pasar a mostrarnos lo que otros imaginaban por nosotros. Y así fuimos cayendo en la incapacidad de pensar por nosotros mismos. ¿Podremos recuperar la ilusión y volver a ser niños una vez más? Ojalá que así sea.

¿De quién es…? – Febrero 7, 2016

Este relato está basado en un hecho que puede ser real o tratarse de una leyenda urbana

Se había roto un caño de desagote bajo la bacha de la cocina. Alberto comenzó a arreglarlo mientras Isabel salía de compras. Al advertir que se le hacía tarde para llegar al trabajo, Alberto le pidió al portero del edificio que continuara con el arreglo. Éste accedió y tomó su lugar. Al volver, Isabel vio agachado a su presunto marido. Para hacerle una broma, le dijo: «¿De quién es esa colita?», mientras le propinaba un pellizco en el trasero. El portero, sobresaltado, levantó repentinamente la cabeza, golpeándosela en el borde de la pileta. Tuvieron que darle doce puntos de sutura.

Las leyes de Murphy – Marzo 6, 2016

«Cuando algo tiene que salir mal, sale mal». El antiguo postulado desarrollado por Edward Murphy parece cumplirse a rajatabla en cualquier momento y situación. Y si no me creen, fíjense lo que le pasó a Fernando. Arreglando la cadena de la bicicleta, se enganchó el dedo índice de la mano derecha, con tanta mala suerte que se lo cercenó y tuvieron que amputárselo a la altura de la primera falange. Desde entonces, cada vez que señala una dirección con el dedo “mocho” para indicarle a alguien hacia dónde debe ir, la otra persona siempre se queda a mitad de camino…

El número siete – Abril 3, 2016

El siete ha sido siempre un número mágico. Siete son los días de la creación, las maravillas del mundo, las plagas de Egipto, los metales fundamentales, los Sacramentos, los colores del arco iris, los días de la semana, las vocales en el alfabeto griego, la vida de los gatos, las Iglesias, Trompetas y Sellos en el Apocalipsis, los sabios de Grecia, las mujeres bolivarianas, las parejas de animales en el arca de Noé, las ramas del saber de los hindúes, las leguas de la bota del gato, las notas musicales… ¿No creen que es demasiada responsabilidad para un solo número?

La televisión – Abril 17, 2016

Cuando era pequeño, no existía la televisión. Nuestra diversión consistía en leer libros y revistas, jugar en la calle, escuchar la radio… ¡y dejar volar la imaginación! Así crecí, entre fantasías en parte contadas y en parte soñadas. Luego llegó la caja maravillosa que nos fascinó con su tecnología, pero que comenzó lentamente a robarnos la ilusión de fabular e ilusionarnos con nuestros pensamientos, para mostrarnos lo que otros imaginaban por nosotros. Y así fuimos cayendo en la incapacidad de soñar y razonar. ¿Podremos alguna vez recuperar nuestras quimeras y volver a ser niños una vez más? Quién podrá predecirlo…

Crónicas marcianas – Abril 30, 2016

(A Ray Bradbury, uno de los primeros en enseñarme el significado de la palabra «imaginación». De su libro «Crónicas Marcianas».)

Al amanecer, el sol que atravesaba las columnas de cristal disolvió la niebla que la había sostenido mientras dormía. Había pasado toda la noche suspendida entre el techo y el piso, flotando en la blanda alfombra de bruma que brotaba de las paredes cuando ella se abandonaba al sueño. Había dormido toda la noche en ese río callado, como un bote en una corriente silenciosa. Ahora el calor disipaba la niebla y la bruma descendió hasta depositarla en la costa del despertar. Abrió los ojos. Su marido, de pie, la observaba como si hubiera estado junto a ella durante horas…

El resultado de las encuestas – Mayo 8, 2016

Para asegurar el éxito en el lanzamiento de una nueva línea de pasteles, una empresa realizó una encuesta averiguando cuál era la preferencia de los consumidores. Entrevistaron a dos mil hombres y mujeres en veinte ciudades, preguntándoles si los pasteles debían ser muy dulces o muy secos. Los resultados mostraron que en promedio, la preferencia del consumidor era por pasteles ni muy dulces ni muy secos. Así, lanzaron al mercado un producto con estas características. ¡Fracaso rotundo! La realidad es que a la mitad de los consultados les gustaban los pasteles dulces, y a la otra mitad los pasteles secos…

Piedra, papel o tijera – Mayo 22, 2016

De chicos solíamos jugar al juego de «piedra, papel o tijera». Escondíamos las manos en la espalda, repetíamos la frase en voz alta y mostrábamos el puño cerrado («piedra»), la mano abierta («papel») o los dedos índice y medio en «v» («tijera»). Cada elemento le gana a alguno y pierde con otro. La piedra es dura, golpea y rompe los filos de la tijera. El papel envuelve la piedra, pero es cortado por la tijera. Ésta corta el papel, pero pierde con la piedra… Años más tarde aprendí que muchas cosas en la vida se parecen a nuestro juego infantil…

¡Piensa que existo! – Julio 10, 2016

(Al padre Anthony de Mello, quien embelleció mi vida con sus historias y me amplió mi limitado panorama espiritual. Del libro «La oración de la rana» – Volumen 2, Editorial Sal Terrae, España, 1988.)

La familia tomó asiento en el restaurante. Llegó la camarera, y tras el pedido de los adultos le preguntó al muchacho de siete años: «¿Qué vas a tomar?». Él miró con timidez en torno a la mesa y dijo: «Quisiera una hamburguesa». Antes de que la camarera pudiera escribirlo, la madre dijo: «¡Nada de hamburguesas! ¡Tráigale un bife con puré!» La camarera se hizo la desentendida. «¿Cómo quieres la hamburguesa?», le preguntó al niño. «Con mayonesa», contestó éste. La camarera se fue. Tras unos instantes de silencio, el niño miró a todos los presentes y exclamó: «¿Vieron? ¡Piensa que existo!».

Morir en la pavada – Julio 31, 2016

(Al padre Mamerto Menapace quien con su ejemplo de humildad, sencillez y dedicación a nuestras más puras tradiciones me enseñó el significado de «Si quieres ser universal, pinta tu aldea». De su libro «Cuentos rodados», Editorial Patria Grande)

Un día un paisano encontró un extraño huevo. Lo colocó dentro de una nidada de pava recién puesta. Al nacer los pavitos, también nació el pichón, que era de cóndor. Como no tenía otra escuela, la pequeña ave imitaba a los demás. Piaba y seguía a la pava en busca de gusanos. Un mediodía vio unas extrañas aves que planeaban majestuosas en las alturas. Sintió un llamado, una nostalgia poderosa que lo invitaba a volar. Pero una pava le pidió que la acompañara a buscar gusanos y allí fue. Nunca descubrió su verdadera identidad y terminó muriendo en la pavada.

El hombre en busca de sentido – Octubre 16, 2016

(A Víctor Frankl, de quien aprendí el significado de la palabra «esperanza». De su libro «El hombre en busca de sentido», Editorial Herder, España, 1988.)

En la oscuridad tropezábamos con las piedras y nos metíamos en los charcos al recorrer el único camino que partía del campo. Los guardias no dejaban de gritarnos y azuzarnos con las culatas de sus rifles. Los que tenían los pies llagados se apoyaban en el brazo de su vecino. Apenas mediaban las palabras; el viento helado no propiciaba la conversación. El hombre que marchaba a mi lado susurró: “Si nos vieran ahora nuestras esposas. Espero que ellas estén mejor en sus campos e ignoren lo que nosotros estamos pasando”. Sus palabras evocaron en mí el recuerdo de mi esposa…

Calor de hogar – Octubre 30, 2016

(A Vitus Droscher, de quien aprendí a conocer a los animales para entender a los seres humanos. De su libro «Calor de hogar», Editorial Planeta, España, 1983.)

La clave de un mundo pleno de amor es el amor de la madre por su hijo. A quien la vida no se lo concedió de niño, no podrá experimentar la felicidad que implica sentirse amado, ofrecérselo a los demás y más tarde, convertido en madre o padre, transmitírselo a sus hijos. Así penetra el desamor en la vida de nuestra civilización y trae infelicidad… Por esa razón, este fenómeno de la creación debe ser contemplado allí donde se presenta ante nuestros ojos de manera más original y primaria: en la naturaleza sin falsear, en el mundo de los animales.

La vida según Quino – Enero 29, 2017

(A Joaquín Lavado – Quino -, extraordinario dibujante, creador de la inmortal «Mafalda», quien me mostró a través de sus dibujos que hay muchas maneras de mirar la vida. Adaptado de un escrito atribuido al maestro)

La vida debería fluir al revés: Primero morir. Luego, vivir en un asilo hasta salir por ya no ser tan viejo para permanecer. Comenzar a trabajar por cuarenta años hasta ser lo suficientemente joven para disfrutar de la jubilación. Luego fiestas, parrandas, diversión, amantes, novios, hasta estar listo para la secundaria… Después la primaria. ¡Ahora ya eres un niño que se la pasa jugando sin responsabilidades! Después ya bebé, vas de nuevo al vientre materno para pasar los mejores meses de tu vida flotando en un líquido tibio, hasta que tu vida se apaga en un orgasmo… ¡Eso es vida!

El Principito – Febrero 26, 2017

(A Antoine de Saint Exupery. Párrafo adaptado del hermoso libro que me enseñó el modo de hacerme entender a partir de la sencillez)

A los mayores les gustan las cifras. Cuando se les habla de un nuevo amigo, jamás preguntan sobre lo esencial del mismo: «¿Qué tono tiene su voz? ¿Qué juegos prefiere? ¿Le gusta coleccionar mariposas?». Preguntan: «¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?». Con estos detalles creen conocerle. Pero si les decimos: «He visto una casa preciosa de ladrillo rosa, con geranios en las ventanas y palomas en el tejado», jamás llegarán a imaginarse cómo es esa casa. Es preciso decirles: «He visto una casa que vale cien mil pesos». Entonces exclaman entusiasmados: «¡Oh, qué preciosa es!»

La pata de cordero (“Mary Maloney”) – Marzo 19, 2017

(A Alfred Hitchcock, maestro del suspenso. Adaptado de un capítulo televisivo de la serie que dirigía, que llenó mi niñez de fantasías siempre posibles)

El esposo le avisó que la abandonaría. Le expuso sus razones: largos años de desencuentros y discusiones finalmente desembocaron en la trágica decisión de la separación. Ella empalideció. Llevaba en el seno el fruto del supuesto amor eterno entre los dos. Ahora comprendía que sólo había sido un momento de pasión siete meses atrás. No pudo soportarlo. Tomó una pesada pata de cordero y de un solo golpe acabó con la vida del traidor. Puso la pata a cocinar y llamó a la policía. Cuando llegaron los detectives, los invitó a almorzar. Con el último bocado, desapareció toda la evidencia…

Bondad – Buena acción – Mayo 14, 2017

(A Robert Baden Powell – 1857/1941 – creador del Movimiento Scout mundial, a quien le debo buena parte de la felicidad de mi niñez y juventud)

Traten de dejar este mundo en mejores condiciones de como lo encontraron.  De esa manera, cuando les llegue la hora de morir, podrán hacerlo felices porque, por lo menos, no perdieron el tiempo e hicieron cuanto les fue posible por hacer el bien. Si se practica el servicio a los demás cada día, lo mismo en las cosas pequeñas que en las grandes, se va desarrollando esa chispa de amor que todos llevamos en nuestro interior, y se hace tan fuerte que lo conduce a uno con alegría a través de las dificultades y de las penas de la vida.

El pensamiento lateral – Mayo 28, 2017

El pensamiento lateral está íntimamente relacionado con los procesos mentales de la perspicacia, la creatividad y el ingenio… Se diferencian en que mientras estos tres últimos tienen un carácter espontáneo, el pensamiento lateral es más susceptible de ser determinado por la voluntad consciente. Es una forma definida de aplicar la mente a un tema o problema dado, como ocurre con el propio pensamiento lógico, pero de un modo completamente distinto… Las ideas cambian y evolucionan… El método más eficaz para transformar ideas no es externo sino interno, mediante la re-estructuración de la información disponible a la luz de la perspicacia…

Anécdotas de la escuela secundaria – Martín Lutero y el Papa – Junio 11, 2017

Esta historia es una adaptación breve de una anécdota real ocurrida muchos años atrás. Pueden creerlo o no, pero es absolutamente cierta.

Alfredo era lo que se dice “un repetidor serial”. Para aprobar Historia debía exponer en clase un trabajo de investigación sobre la Reforma. Con la experiencia obtenida el año anterior, había conseguido una monografía en Internet, y como debía levantar las notas para eximirse, pidió pasar al frente. Sabía de memoria la lección. Todo iba bien hasta que afirmó: “El Papa excomulgó a Lutero porque no se quería fotografiar”. El profesor se atragantó y exclamó: “¿Qué está diciendo?”. “Aquí lo dice, señor”, replicó Alfredo, sacando el apunte. El profesor leyó: “El Papa excomulgó a Lutero porque no se quería retractar”…

Anécdotas de la escuela secundaria – ¿Qué se hablaba en Roma? – Junio 25, 2017

El profesor de instrucción cívica tenía más paciencia que Job. Cuando tomaba la lección lo hacía concediendo todo el tiempo del mundo al interrogado. Siempre estaba dispuesto a ayudarnos para que pudiéramos obtener una nota mejor… Le tocó a Alfredo el turno de dar la lección. El tema era el idioma latín, pero Alfredo, obviamente, no sabía ni cuál era el título. El profesor, para ayudarlo, le preguntó: “¿Qué idioma se hablaba en Roma?”. Alguien, para hacerse el gracioso, murmuró quedamente: “Guaraní”. Alfredo lo escuchó, y tímidamente dijo: “¿El guaraní, señor?”. Fue la quinta materia que se llevó a marzo.

¿Estamos todos locos? – Agosto 13, 2017

El negro Sebastián era lo que se dice un personaje. La mayoría de las cosas raras que pasaban en la barra le sucedían a él. Sufría de fuertes dolores de cabeza, y al no encontrar las causas, los médicos decidieron internarlo. Le dieron una cama en una sala del Hospital de Alienados junto a algunos locos mansos. Al acostarse, otro paciente lo increpó reclamándosela. Sebastián, prudentemente, le dejó el lugar y se acostó en el del otro. De inmediato, éste apareció nuevamente y se lo volvió a pedir. Sebastián, ofuscado, le gritó: “¿Estamos todos locos aquí?”. Ustedes, ¿qué habrían respondido?

Roberto, el policía – Octubre 1, 2017

Roberto tenía un defecto: no pronunciaba bien la letra “R”. La hacía sonar como una “D”. De hecho, en el barrio burlonamente lo llamábamos “Dobedto”. Se inscribió como pasante en la policía como alternativa para “zafar” del servicio militar. Hacía las rondas en el barrio donde todos lo conocíamos. Un día los chicos jugaban a la pelota en la calle –cosa que estaba prohibido– cuando de repente un uniforme azul dobló la esquina. -“¡Corramos!”, -gritó un chico, -“es la policía”. -“¡No!”, -dijo otro. -“Es Dobedto”. Y le gritó: -“Dobedto, alcanzanos la pelota”. Y allí fue Dobedto a patearles el balón…

La pelea – Octubre 15, 2017

Miró a su contrincante a los ojos. La diferencia de porte entre ambos resultaba impactante. Por una parte, la altura gigantesca de Goliath. Por la otra, la figura diminuta de David. Aprestándose para el combate, se agachó, tomó una piedra de canto entre las manos, la acomodó en el cuenco de la honda, y con un rápido movimiento del brazo derecho, la asestó entre los ojos de su temible adversario, quien cayó pesadamente al suelo ya sin vida. Luego, ajustando una vez más la pesada armadura, giró sobre sus pasos y se alejó. Esta vez Goliath había vencido a David.

El mercader del Avon – Octubre 29, 2017

(Anécdota extraída de la revista Selecciones del Reader’s Digest de febrero de 1965 y adaptada al formato de Cuentos de cien palabras)

Un hotelero inglés, pensando en atraer a los admiradores de William Shakespeare, bautizó cada uno de los aposentos de su fonda con los títulos de las obras del clásico dramaturgo. Una joven recién casada no quiso pasar la noche de bodas en una hermosa habitación porque llevaba el nombre de La fierecilla domada. El posadero, con el ya característico aplomo inglés, presurosamente le ofreció cambiarla de cuarto, oferta que la joven aceptó de inmediato. Al día siguiente, al despertar, la novia se enteró de que había pasado la noche de bodas en la habitación llamada Mucho ruido y pocas nueces.

El sobretodo imposible – Noviembre 26, 2017

Conociendo la costumbre de Antonio de salir de la oficina a los apurones y poniéndose el abrigo por el pasillo, los compañeros nos conjuramos para gastarle una broma. Minutos antes de que sonara el timbre de salida, uno de nosotros le cerró los puños del abrigo con una abrochadora “MIT” de forma de que no pudiera pasar las manos a través de ellos. Todos estábamos avisados. A la hora señalada, Antonio se levantó, retiró el sobretodo y comenzó a calzárselo mientras caminaba hacia la salida. Anduvo los doce metros pegando puñetazos al aire, entre las risas de todo el personal.

Mi amiga Beba – Diciembre 10, 2017

Mi amiga Beba es un personaje increíble. A un agudo sentido del humor le une una acentuada tendencia a generar situaciones ridículas y una inoportuna dislexia que la lleva a cambiar el sentido de las frases. Como cuando el jefe de su padre fue a cenar y Beba, muy suelta de cuerpo, le preguntó: “Así que fue a ver “Romeo y Julieta”. Y ¿qué le parió la película?”. Él la miró un instante asombrado y luego le respondió: “Por las dudas, que le recontra. Ahora, la película me pareció buena”. De más está decir que el padre la quería matar.

Mi gatita – Diciembre 17, 2017

(De mi padre, cuando tenía 93 años)

¿Puede una gata tener cría en un árbol? Te voy a contar lo que me pasó y luego vos sacá tus conclusiones. Tenía una gatita persa muy bonita que estaba esperando sus gatitos. La pobre nunca estaba tranquila porque yo tenía una perra que la molestaba. Esa mañana, cuando me levanté y no la vi por ninguna parte, al acercarme a un árbol escuché gritos de los gatitos que provenían del árbol, y descubrí que venían de un nido abandonado. Los bajé y los puse en un lugar donde la perra no podía molestarlos más. Éste es un cuento inédito.

El gato y el perro – Diciembre 17, 2017

(De mi madre, cuando tenía 86 años)

¿Existe la enemistad entre gatos y perros? Teníamos en mi casa un perro que, por ser muy bravo, vivía casi siempre atado; y un gatito que era permanentemente perseguido por el perro. Por ese motivo tenía que estar casi siempre arriba de los techos. Un buen día el perro se soltó, salió a la calle y se puso a pelear con el perro del vecino. Cuando el gato se dio cuenta de lo que pasaba, no dudó: saltó sobre el lomo del rival y arañándolo lo puso en fuga rápidamente. Yo francamente pienso que entre ellos no puede haber odio.

Ladrona de supermercado – Enero 14, 2018

Caminaba distraídamente por los pasillos del supermercado esquivando changos cargados de mercadería, regodeándose con los vinos en las góndolas, mirando la cara de la gente que compraba todo tipo de artículos. Al llegar a la zona de los lácteos vio a una mujer joven, con un pequeño colgado de las faldas, ocultando entre la ropa un cartón de leche. Se miraron mutuamente. Ella puso un dedo sobre la boca pidiéndole que no la delatara. El asintió con la cabeza en un gesto cómplice. Ella le devolvió una sonrisa. Lo que nunca supo es que él… ¡era el dueño del supermercado!

Presagio – Enero 28, 2018

Recurrentemente sufría la misma pesadilla. Soñaba que estaba de viaje y a punto de volver a su hogar. Se veía a sí mismo en la habitación del hotel, con el equipaje sin preparar y la hora de partir aproximándose aceleradamente. Desesperado, comenzaba a empacar sabiendo que era en vano: no llegaría a tiempo al aeropuerto para alcanzar el avión que lo llevaría de vuelta a su casa… En ese instante se despertaba transpirado, con la angustia oprimiéndole la garganta… El día que murió, sus familiares se sorprendieron al ver con cuánta anticipación y cuidado se había preparado para ese momento.

Magnitud – Febrero 18, 2018

(Relato desarrollado sobre la base de la frase de A. S. Eddington que dice “Imagínese a usted en medio de la nada, y entonces dígame cuánto mide”)

Se veía en medio de un enorme desierto, en la más absoluta soledad, con solo su alma por toda circunstancia. Miró hacia el suelo y vio un escarabajo que trabajosamente procuraba escalar a sus zapatos. Sacudió los pies para sacárselo de encima y se sintió un gigante en comparación con el insecto… Se hizo de noche. Las estrellas comenzaron a aparecer en la bóveda celeste y las constelaciones brillaron sobre el fondo casi negro del cielo. Entonces se percibió a sí mismo como un pigmeo perdido en la inmensidad. Inmovilizado durante unos instantes, se cuestionó: “¿Cuál será mi verdadera dimensión?”.

Un hombre de luces – Marzo 4, 2018

Benjamín Franklin fue un hombre de muchas luces. De niño, fabricaba velas con su padre. Siendo joven, organizó la primera compañía contra incendios de la ciudad. Más tarde introdujo mejoras en la iluminación de las calles del poblado. Una noche de tormenta, su prometida perdió en la calle la llave de la casa. Benjamín la encontró, y para alcanzársela a la ventana del tercer piso, la colgó de un barrilete. Ella tomó la llave justo en el momento en que caía un rayo. Franklin murió de viejo, pero nunca olvidó la cara de la novia al recibir la descarga eléctrica…

Status – Marzo 25, 2018

Ocupaba un puesto de responsabilidad en una gran empresa. Su contracción al trabajo lo había encumbrado a posiciones directivas. Llegaba temprano por la mañana y normalmente era el último en marcharse. ¡A veces deseaba que el día tuviera cuarenta y ocho horas! Ese cargo le otorgaba un ingreso que le permitía dar a su familia todos los gustos. Bueno, casi todos. Porque regresaba a casa por la noche, cenaba y se retiraba a dormir, sin dar a los suyos el tiempo que le reclamaban. Pero un día se decidió a cambiar: dejé… perdón… dejó de trabajar y comenzó a vivir.

Concurso de belleza – Abril 8, 2018

Las postulantes se alineaban en la pasarela, a cual más hermosa. Pero ese año las autoridades habían decidido que la reina, además de belleza física, debía poseer otras cualidades intelectuales y espirituales. Claudia se destacaba del resto. El rostro perfecto enmarcaba dos ojos verdes almendrados que contrastaban con el negro azabache del cabello. Sus medidas eran ideales: noventa, sesenta, noventa. En la entrevista previa le consultaron sobre su vida familiar, estudios y ambiciones. Todo venía bien. De pronto le preguntaron por su hobby. Pensó un momento y respondió: «Pisar hojas secas»… Se coronó reina una hermosa rubia de ojos pardos…

Desencuentros telefónicos – Julio 22, 2018

Rodolfo debía hablar urgentemente con Carlos, un cliente importante. Al no encontrarlo, y como su celular no funcionaba, dejó en el contestador el número de Leticia, la secretaria, sin aclarar que era de ella. Carlos llamó, pero nadie lo atendió. Entonces dejó a su vez un mensaje que decía simplemente: “Habla Carlos. Llamame a las nueve”. Más tarde, Leticia, intrigada, devolvió el misterioso llamado. Carlos pulsó el botón del altavoz y escuchó: “Hola. Habla Leticia. ¿Podés atenderme?”. Él se quedó mudo. Ella, ante el silencio, cortó… Carlos nunca pudo hacerle entender a la esposa que no conocía a ninguna Leticia…

La diferencia – Agosto 5, 2018

(Adaptado de un texto anónimo recibido vía internet)

La diferencia entre un hombre y otro no se encuentra en la fuerza o en la destreza al hacer las cosas, sino en aprovechar apropiadamente las lecciones que nos da la experiencia. Según decían los antiguos, la naturaleza no avanza a los saltos, como así tampoco el crecimiento. La experiencia no reside en lo que se ha conseguido sino en lo que se ha aprendido, porque lo importante no es llegar una sola vez con el máximo esfuerzo, sino conocer todos los senderos posibles para estar seguros de llegar todas las veces a la cima, pero simultáneamente disfrutando del paisaje.

Oración de Paz – Octubre 7, 2018

(De San Francisco de Asís.)

Señor, haz de nosotros instrumentos de Tu paz. Donde haya odio, que pongamos amor. Donde haya ofensa, que pongamos perdón. Donde haya discordia, que pongamos unión. Donde haya error, que pongamos verdad. Donde haya duda, que pongamos fe. Donde haya desesperación, que pongamos esperanza. Donde haya tinieblas, que pongamos Tu luz. Donde haya tristeza, que pongamos alegría. Señor, que no busquemos tanto ser consolados como consolar, ser comprendidos como comprender, ser amados como amar. Porque es dando como se recibe, olvidándose de sí como se encuentra, perdonando como se es perdonado, y muriendo como se resucita a la vida eterna…

¡Tiburón! – Mayo 13, 2018

La temperatura era más alta que de costumbre. “Ideal para tiburones”, pensó, mientras se adentraba lentamente en el agua. Divisó un barco y se dirigió hacia él mientras gozaba de la caricia de las olas en la piel. Era un crucero de lujo de regular tamaño. Absorto en la contemplación del paquebote, no advirtió la presencia del tiburón hasta que éste le rozó la pierna. Reaccionó de inmediato tomándolo por la aleta y comenzó una lucha desigual. De pronto escuchó un grito: “Miguel, terminá de bañarte y vení enseguida a cenar. Resignado, dejó los juguetes y salió de la bañera…

El cañón – Agosto 26, 2018

Era un ritual cotidiano e ineludible. Todas las tardes a la misma hora se disparaba el cañón con balas de salva para recordar la fecha patria. El ruido era atronador, sobre todo en las cercanías del fuerte donde estaba emplazada la batería. Sin embargo, el sereno que cuidaba las instalaciones dormía plácidamente a escasos metros del sitio del disparo. Nada perturbaba su sueño, ni siquiera el tronar de las descargas. Un día sucedió algo inesperado: el cañón, cargado con pólvora húmeda, falló. Un silencio absoluto acompañó el disparo. Inmediatamente, el sereno despertó de su sueño y preguntó alarmado: “¿Qué sucedió?”.

¡Sorpresa! – Setiembre 16. 2018

Buenos Aires es una ciudad arbolada con todo tipo de especies, tanto autóctonas como traídas de otros países. En los parques se encuentran ombúes, magnolias, tipas y tilos. Y en las veredas, fresnos, lapachos, palos borrachos y, sobre todo, jacarandás, esos majestuosos árboles de hermosas flores color lila de los que la ciudad posee más de once mil ejemplares… Una vez hicimos un viaje a través de España. Estábamos paseando en micro por Andalucía cuando la guía nos despertó para mostrarnos algo único, típico del lugar, que no veríamos en ninguna otra parte del mundo. Allí estaba: era un… ¡jacarandá!

 

 

 

2 respuestas a “Cuentos de cien palabras

  1. Leímos este cuento para nuestra clase de la literature en la Universidad de Illinois. Podemos relatar a La Telenovela porque hay unas personas en nuestro group que siempre miran la tele para ver unos programs como «General Hospital» y «One Life to Live.» Nos gusta la manera en que el autor escribió un cuento completo en solo cien palabras. Unos cuentos de cien palabras no tienen éxito en decir los lectores toda la historia, pero en La Telenovela, toda la historia está aquí.

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    • Deas Brady, I’m very pleased to know that you used one of my small stories for you class at Illinois University. It´s an honor for me. «La telenovela» is inspired in the american TV serie «E.R». This was the former title, but then I moved it to «La telenovela» to update the story (because E.R. is no longer showned in the Argentine TV). Thank you for your nice words. Best regards, Héctor.

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