Llega el tren

El humo azul, desgajado en hebras casi imperceptibles, se adelanta al sonido de las ruedas acariciando las vías. A lo lejos, el tren bambolea su figura en un delicado contraste con el paisaje, a veces ocultándolo, a veces mimetizándose con él. En la estación poblada apenas por los curiosos desocupados del día, crece el murmullo conforme la figura de la locomotora se agiganta con su orgullosa nariz cortando el viento. De pronto, la voz de la campana apaga el silencio, preanunciando la llegada de la formación entre vapores. Luego, unos instantes de bullicio, y enseguida la soledad de una estación en ruinas.

Este relato forma parte de la serie «Relatos al por menor».

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