Gobeithio («Esperanza», en idioma galés)

Gobeithio

Este relato ya fue publicado con anterioridad. Vuelvo a publicarlo porque hoy es mi cumpleaños y decidí hacerles un regalo. Entonces busqué uno de los textos que más me gustan, y apareció éste. Espero que lo disfruten.

En el fondo de mí, en lo profundo, en lo más intrincado y menos visible de ese interior oscuro, casi desconocido, bulle una inquietud ante el misterio de la muerte. He visto tanta vida que me cuesta aceptar que dejaré de verla. He escuchado el canto de tantos pájaros, aspirado el aroma de tantas flores, estrechado las manos de tantos amigos, que no me resigno a un futuro sin sus cálidas presencias. No me siento cómodo ni seguro ni confiado ante una eternidad que desconozco y que ni siquiera puedo imaginar. La percibo como una posible injusticia sin fin, como un vacío intolerable, una burla a la belleza de una existencia perfecta aún en su imperfección. Y sin embargo, como dibujando una paradoja cruel, sé también que hay esperándome un maravilloso espacio atemporal colmado por una presencia que todo lo ocupa y vuelve innecesarios los sentidos, porque toda ella es sentidos, y vuelve innecesaria la razón, porque toda ella es razón. Y cuando mi cuerpo universal llegue hasta allí traspasando la puerta luminosa que detiene los dolores y las penas, seguramente entenderé que mis angustias anteriores eran un mero e inexplicable sinsentido.

Este texto forma parte de la serie «Reflexiones sin flexiones».

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