De pluma ajena – Antiguas historias

Hola a todos. Continuamos con las antiguas historias que encontré entre mis papeles. La de hoy se titula “Los clavos en la puerta” y espero que les guste.

Los clavos en la puerta

Esta es la historia de un joven que tenía muy mal carácter. Debido a ello, un día su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia clavara un clavo detrás de la puerta.

El primer día el joven clavó 37 clavos. Durante las semanas siguientes, a medida que aprendía a controlar su genio, clavaba menos clavos, hasta que un día logró controlar por completo su mal carácter y no necesitó clavar ningún clavo en la puerta.

Después de informarle a su padre, éste le sugirió que retirara un clavo cada día que lograra controlar su carácter. Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban más clavos para retirar de la puerta.

El padre lo llevó hasta la puerta y le dijo: -Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos los hoyos que has dejado en la puerta. Nunca más será la misma. Cada vez que pierdes la paciencia dejas cicatrices como éstas en los demás. Puedes insultar o criticar a alguien y luego retirar lo dicho o pedir disculpas, pero las cicatrices perdurarán…

De la serie “De pluma ajena”

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