Las aves y el lenguaje

avesEl español es un idioma muy rico en significantes y es platicado por una sustancial porción de habitantes de las Américas y Europa, aunando de esta suerte el lenguaje culto de los hispanohablantes. Sin embargo, el uso del lenguaje muchas veces está teñido de connotaciones poco literarias y hasta rabaneras. Esta afirmación es particularmente cierta cuando, procurando ofender gratuitamente a nuestros congéneres, proferimos insultos que en realidad implican un menoscabo de los vertebrados que usamos como referencia… ¡A la m…! ¡Qué vocabulario! “Significantes”, “platicado”, “sustancial”, “aunando”, “connotaciones”, “rabaneras”, “congéneres”, “proferimos”, “menoscabo”, “vertebrados”… Parece que hubiera ingerido un diccionario. La verdad es que me siento un erudito, pero no es tiempo de sentarme sobre los laureles, así que continuemos. Porque si alguien se sienta sobre los laureles significa que se los colocó en el lugar equivocado, ¿no? En este uso procaz del lenguaje, las aves representan una fuente inacabable de expresiones. Por ejemplo, cuando nos enojamos con alguien, solemos invitarlo a explorar ciertos territorios non sanctos de un plumífero alado de sexo femenino, con expresiones que por vulgares y rayanas en la obscenidad no repetiré aquí. ¿Por qué no darle vuelo al lenguaje exclamando en su lugar “retírate hacia las partes pudendas de la cacatúa”, por ejemplo? Queda mucho mejor, ¿no les parece? En diversos países del Caribe la palabra “paloma” es usada como sinónimo de un atributo masculino situado entre el ombligo y las rodillas. El genérico “pájaro” y el específico “ganso” son otros dos nominativos usuales para denominar esta porción de la masculinidad, así como “cotorra”, “pavita” y “pechuga” refieren a similar anatomía pero del sexo débil. Aunque no todo es genitalidad en el uso de las semejanzas. También recurrimos a las aves para definir situaciones, estados de ánimo o características humanas. Por caso, llamamos “buchón” a alguien que cuenta un secreto, “loro” a una mujer muy fea y “cuervos” a los seguidores de un conocido club de fútbol argentino, como así también a los sacerdotes católicos. “Gallina” es alguien muy cobarde o seguidor de otro equipo de fútbol que no me atrevo a nombrar, si no los hinchas de Ríver se van a enojar conmigo. ¡Huy, metí la pata! Y no hablo del ave, sino de la pierna. “Chajá” es el que comete muchos errores a su paso. ¡Como yo con los hinchas de Ríver! “Chorlito” es una persona ingenua que cae fácilmente en las trampas de sus congéneres más astutos. A los médicos se les dice “tordos” y a los abogados “buitres”, con perdón de los abogados… y de los buitres. “Lechuza” es una vecina indiscreta y “cabecita negra” un antiguo término despectivo que se usaba para mencionar a la gente del interior que emigraba hacia Buenos Aires. Ser un “ganso” o “un pavo” califica a alguien poco inteligente. Cuando estamos acatarrados tenemos un “pollo” en la garganta. Hay trabajadores “golondrina”, porteros de boliches “pato-vicas” que son al mismo tiempo “pato-teros”, y “cisnes” para que las señoras puedan empolvarse el rostro. Los obispos que progresan se convierten en “Cardenales” y con “pingüinos” servimos el vino en la mesa. “Copetuda” es una señora altanera y presumida. Cuando alguien queda aplastado, sin ánimo o apabullado, decimos que está como un “pollo mojado”. En los partidos políticos y en las fuerzas armadas hay “halcones” –los duros e intransigentes- y “palomas” –los duros e intransigentes pero no tanto. Un invento moderno usado en el tenis para determinar si una pelota picó dentro o fuera de la línea es el “ojo de halcón”. Si perdemos dinero, quedamos “patos”, y las personas con ideas obsoletas son unos “dinosaurios”. ¿Cómo que tienen que ver los dinosaurios? ¿Acaso no dicen que las aves descienden de ellos? Mejor me voy volando al zoológico, a ver si encuentro un dinosaurio que se haya convertido en ave. Hasta la vista.

Este relato forma parte de la serie «Relatos en positivo».

Diccionario católico

MandamientosRecibí un mail en inglés con definiciones humorísticas de ciertas acepciones usuales en el vocabulario católico. Hice una traducción libre al castellano, lo adapté a nuestras costumbres y lo completé con otras definiciones. Son ochenta definiciones de palabras usuales. Espero que haya quedado bien. Para quienes profesan otras religiones, o incluso para los agnósticos, si hubiera alguna palabra que no entienden, háganmelo saber para que se la explique.

  • Acólito: Ver monaguillo.
  • Agua bendita: Líquido cuya fórmula química es H2O​-LY (Holy= Santo, en inglés).​
  • Alba: Roquete largo de color albo.
  • Alcancía: Ranura en la pared usada muchas veces como buzón de sugerencias / Lugar donde ponen las colectas quienes llegan tarde a la misa / Cajero automático parroquial apto sólo para depósitos, generalmente custodiado por un santo.
  • Ambón: Pequeño escenario donde sube a leer gente que no sabe leer.
  • Amén:​ La única parte de la oración que todos conocen y rezan en voz alta.
  • Ángel: Ente celestial compuesto sólo de cabeza y alas.
  • Banco: Instrumento de tortura medieval aún encontrado en las iglesias católicas. / Lugar en cuya parte de abajo los fieles pegan los chicles antes de ir a comulgar.
  • Bautismo: Sacramento en el que se echa agua en la cabeza de chicos que ya vienen bañados.
  • Boletín parroquial: Tu recibo de que has ido a misa.
  • Camarlengo: Cardenal que se vuelve famoso cada muerte de obispo… mejor dicho, de Papa.
  • Campana: Antiguo instrumento utilizado para llamar a los fieles a misa, en la actualidad reemplazado por un MP4.
  • Capa pluvial: Ropaje ceremonial usado originalmente para protegerse de la lluvia, que hoy día,  para protegerlo de la lluvia, no se usa cuando llueve.
  • Capilla: Iglesia de fin de semana.
  • Cardenal: Obispo que se puso colorado.
  • Cartelera: Tabla donde se ponen los avisos que nadie lee.
  • Casulla: Vestimenta litúrgica que, como en la canción del camaleón, “cambia de color según la ocasión”.
  • Catecismo: Dogma que se aprende de chico y se olvida de grande.
  • Cirio Pascual: Vela que crece durante la Pascua y se achica el resto del año.​
  • Colecta: Momento de la misa destinado a juntar botones, monedas de diez centavos ​y tapitas de gaseosas.
  • Concilio: Reunión de obispos que dicen que quieren reformar la iglesia y actúan para no hacerlo.
  • Confesionario: Lugar del Templo impecablemente mantenido por lo escasamente visitado.
  • Coro: ​Grupo de personas cuyo canto le permite al resto de los fieles hacer playback.
  • Credencia: Mesita con un mantel encima para ocultar que tiene las patas flojas.
  • Cuaresma: Época del año en la que los carnívoros no comen carne y los vegetarianos tampoco.
  • Cura: Nombre coloquial que dais al sacerdote, que usa ropa oscura, pero que no os cura.
  • Diáconos: Ministros a los que no les da el piné para ser sacerdotes.
  • Diez mandamientos:  ​Lista de los «top ten» que no aparecen en Crónica Noticias.
  • Epístolas: Cartas de los apóstoles de la época en que no había email ni whatsup.
  • Estampitas: Figuritas coleccionables en las que los protagonistas no son futbolistas, superhéroes o próceres.
  • Fieles: Personas que van tan seguido a misa que ​saben real​mente cuando sentarse, arrodillarse y ponerse de pie.
  • Flores: Adornos usados en casamientos y velatorios… Ah, ¿es lo mismo?
  • Homilía: Momento de la siesta en la misa.
  • Imágenes: Estatuas de hombres y mujeres en las que los ojos miran siempre hacia arriba.
  • Incienso: Fumata sagrada que no causa cáncer de pulmón.
  • Jacob: Patriarca bíblico que se hizo conocido por su palo (“Palo Jacob”).
  • Jerusalem: Ciudad Santa reclamada como propia por los judíos, palestinos, musulmanes, católicos, ortodoxos, coptos,…
  • Jesuitas: Orden de sacerdotes conocida por su habilidad para armar colegios con buenos equipos de basket / Congregación de la cual jamás saldrá un Papa… eh… eh… esteeeeeee.
  • Jonas: La historia original de «Tiburón».
  • Judit: Mujer hebrea por la cual Holofernes perdió la cabeza.
  • Justicia: Cuando los chicos se hacen grandes y tienen sus propios hijos.
  • Kyrie Eleison: Las únicas palabras griegas que la mayoría de los católicos pueden reconocer, aparte de Mykonos y baklava.
  • Letanía: Oración repetida pidiendo que los chicos se porten mejor en misa.
  • Liturgia: Conjunto de ritos y gestos que los que los miran, no entienden, y los que los hacen… tampoco.
  • Manutergio: Complicado nombre para decir “pañuelo”.
  • Mártir: Santo casado.
  • Matrimonio: Sacramento de orden temporal que combina unos instantes de felicidad con años de arrepentimiento / Único pecado no redimible por confesión.
  • Micrófono: Elemento inútil para amplificar la voz, porque nunca funciona bien.
  • Misterios de la Iglesia: Son tres:
  • ¿Qué piensan los jesuitas?
  • ¿Cuánta plata tienen los salesianos?
  • ¿Dónde guardan sus bienes los franciscanos?
  • Mitra: Sombrero de obispo que éste no sabe si ponerse o sacarse, ponerse o sacarse, ponerse o sacarse…
  • Monjas: Especie exótica en extinción.
  • Moisés: Líder hebreo al que no le gustaba mojarse los pies.
  • Monaguillo: Ver acólito.
  • Navidad: Época del año en que adornamos un árbol y lo llenamos de nieve, en lugares donde no tenemos esos árboles ni esa nieve.
  • Obispo: Dignidad sacerdotal que sufre de estrechez mitral.
  • Óleos: Aceites que no figuran en la lista de “precios cuidados”.
  • Palio: Babero papal.
  • Papa Francisco: Papa actual sobre el que mucha gente fuera de la Curia romana pregunta de dónde vino, y dentro de la Curia romana preguntan por qué vino.
  • Pecado: Error que no se debe cometer, pero… ¡qué lindo es!
  • Penitencia: Ver Matrimonio.
  • Pesebre: Lugar donde María tuvo a Jesús porque José no tenía cobertura de prepaga (Forma de mostrarnos que los viajes de vacaciones de la Biblia han sido siempre duros).​
  • Procesión de comunión: Fila larga que va hacia donde está el sacerdote y corta hacia los ministros de la comunión.
  • Procesión de entrada: Formación ceremonial al inicio de la misa compuesta por los servidores del altar, el celebrante y los últimos fieles que llegan buscando asientos.​
  • Procesión de salidaFormación ceremonial al final de la misa liderada por los fieles que tratan de llegar antes que la multitud al estacionamiento.
  • Reclinatorio: Parte del banco usualmente utilizada para poner los pies y ensuciarse los pantalones.
  • Reyes Magos: Protagonistas de la película “Tres hombres y un bebe”.
  • Roquete: Alba corta.
  • Sacristía: Lugar donde no se encuentran las cosas que se deberían encontrar, y se encuentra la gente que no se debería encontrar.
  • Salmo: Canto de alabanza cantado generalmente en un tono tres octavas más alto que el del rango de la comunidad.
  • Salomón: Rey de Israel al que se le atribuye la frase “cortar por lo sano”.
  • Saludo de la Paz: Único momento de la misa en que miramos al que tenemos al lado.
  • Santos: Personas que tuvieron que morirse para que los demás las valoraran.
  • Seminario: Factoría en la que las personas no son los operarios sino la materia prima.
  • Sermón: Ver homilía.
  • Sotana: Antigua vestimenta sacerdotal a la que le habría venido bien un cierre relámpago.
  • Tonsura: Afeite usado por los monjes para disimular la incipiente calvicie.
  • Turíbulo: ¿Ehhhhh?
  • Turiferario: ¿¿Ehhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh??
  • Vaticano: Uno de los estados más pequeños del mundo, con una de las influencias más grandes del mundo.
  • Vicarios: Sacerdotes que secundan al párroco cuando está y lo critican cuando no está.

Los milagros del Papa Francisco

¡Tensión en el Vaticano! Hay una fuerte presión de algunos sectores para beatificar al nuevo Papa Francisco. Es que a poco de asumir, ya ha producido una serie de insólitos milagros, a saber:

  1. Logró que su equipo de fútbol, San Lorenzo de Almagro, jugando con un hombre menos y sin disparar un solo tiro al arco, ganara el partido con un gol en contra del adversario. Para ello, sólo tuvo que decir: “Espero que gane San Lorenzo”. Los otros equipos del campeonato de Primera “A” de la AFA iniciaron un boicot en contra de la canonización.
  2. Logró que en el resto de países hispanoamericanos se diga: “Es argentino, pero es humilde. ¿Cómo puede ser?”. Debido al escepticismo de nuestros hermanos de la patria grande, en Wikipedia se niegan a cambiar la descripción que se hace de los argentinos. Insisten en que seguramente es un error de interpretación o la excepción que confirma la regla.
  3. Logró que con una sola entrevista con la Presidente de la Argentina, el entorno oficialista haya pasado de tildarlo de “genocida” a tratarlo de “Papa humilde”, y que la Presidente, después de diez años de gobierno, haya hecho un llamado a “abandonar el odio y entendernos de una vez por todas”. Y eso que los integrantes del gobierno nunca han incurrido en contradicciones.
  4. Logró que Dilma Rousseff, tras el encuentro que mantuvieran, aceptara que “el Papa es argentino”. Aunque, para no quedar en descubierto, agregó: “pero Dios es brasileño”. Hummmm. La Congregación para la Doctrina de la Fe iniciará una investigación a este respecto.
  5. Logró que Maradona no lo mencionara en sus declaraciones (en realidad, ni siquiera hizo declaraciones). Más aún: logró que en estos días nadie hable de Maradona.
  6. Logró que Messi –nada menos que Messi- dijera que quiere conocerlo.
  7. Logró hacer cierta la canción de Roberto Carlos “Yo quiero tener un millón de amigos”. Desde que fue ungido Papa, al ex Cardenal Bergoglio le aparecieron amigos por todos lados.

Dicen que sólo hace falta un milagro para santificarlo, ¡y él ya produjo como siete! El problema es que como no hay muchos lugares disponibles en el santoral, se espera que haga otros milagros para lograrlo.

Y parece que ya tiene otros posibles en carpeta, como los siguientes:

  1. Lograr que Moria Casan no vaya a prisión por el asunto del collar en Paraguay.
  2. Lograr que el gobierno de Scioli y los maestros provinciales se pongan de acuerdo en el porcentaje de aumento de los sueldos.
  3. Lograr que Macri pueda financiar el subterráneo de Buenos Aires sin llevar el boleto a $3,50.
  4. Lograr que la oposición se ponga de acuerdo en la Argentina en vistas a las próximas elecciones legislativas (¡Che! Es sólo un Papa, no Dios).

Este relato humorístico fue escrito con todo respeto al Santo Padre y está destinado a puntualizar sus virtudes, tan apreciadas por todos, incluso por nosotros, los argentinos. Y a recordar que debemos honrar su pedido y rezar permanentemente por él.

La designación del Cardenal Bergoglio como Papa profundiza las divisiones

El presente relato es absolutamente humorístico. No tiene ninguna otra intención más que ironizar graciosamente sobre diversas situaciones “folklóricas” a las que estamos acostumbrados.

¡Urgente! La designación del Cardenal Bergoglio como Papa profundiza las divisiones entre los argentinos, los latinoamericanos y también en el resto del mundo. Por caso:

  • Los hinchas de San Lorenzo “gastan” a los de Huracán con cantitos alusivos. Los de Huracán responden: “¡Qué piolas! ¡Si es Papa, tiene que alentar a un equipo santo!”.
  • Los porteños se burlan de los provincianos. Los provincianos contestan que lo sucedido es una nueva demostración de que “Dios atiende en Buenos Aires”.
  • Los vecinos de Flores miran con soberbia a los de Caballito. Los de Caballito se quejan de que la culpa la tiene Donato Álvarez, que no hizo más que dividir los barrios. De Cura-paligüe no dicen nada para no enemistarse con la Curia.
  • Los de Caballito se burlan de los de Barrio Norte diciendo “al menos sacamos aproximación”. Los de Barrio Norte sostienen que “ellos están más allá del bien y del mal y no se enfrascan en esas lides rastreras”.
  • Los de Devoto quieren entrar en el juego, pero no los dejan.
  • Los jesuitas se mofan de los franciscanos, pero lo hacen en voz baja y recurriendo a enigmáticas metáforas. Los franciscanos, en cambio, sufren en silencio.
  • Los franciscanos “chichonean” con los dominicos, pero no se les nota debido a las capuchas. Los dominicos comenzaron a prepararse para hacer elegir un papa de la orden en el 2216, a fin de celebrar los mil años de su fundación.
  • Los miembros de todas las órdenes religiosas miran con sorna al clero secular. Los sacerdotes de las distintas Diócesis responden: “Ya van a ver, ya van a ver”.
  • Los argentinos dicen que “de nuevo los c….. a los brasileños”. Los brasileños se defienden respondiendo “¿Cómo que de nuevo? ¿Cuándo fue antes”. Y agregan que ellos aún tienen cinco copas del mundo y a Pelé, que no necesita ponerse pantalones para mostrar las piernas negras. Además, dicen que los zapatos del Papa no tienen tapones.
  • Los venezolanos aseguran que Venezuela es un país que “está maduro”, y que Latinoamérica “madrugó” a los norteamericanos, porque Chávez llegó a ver al Señor para sugerirle el nombre del Cardenal argentino antes de que Bush intentara hacer lo propio con el Primado de Boston.
  • Los estadounidenses afirman que América, una vez más, se impuso a Europa. Los europeos responden que “todos los caminos conducen a Roma, no a Manhattan”.
  • Los italianos del norte, principalmente los del Piamonte, se mofan de los del centro y sur del país. Sin embargo, los 1.960 habitantes del pequeño pueblo de Portacomaro, en la Lombardía, afirman que son los únicos que pueden jactarse de ser los ancestros del Papa. La palabra que usan –que empieza con “c”- y el gesto que hacen con los brazos, no pueden mencionarse en este escrito.
  • Los descendientes de italianos en la Argentina (50% de la población) se mofan de los descendientes de españoles (el otro 50% de la población). Estos últimos señalan que en la Argentina se habla español, no italiano.

Entre tanta alegría y emoción por la elección del Sumo Pontífice, me atreví a escribir este pequeño “chascarrillo”. Poniéndome serio ahora, le pido a todos los que lo lean que eleven una oración por el Papa Francisco, sean los lectores de la religión que sean. Y si no profesan ninguna, hagan llegar sus buenos deseos para un fructífero papado. Si todos hacemos fuerza, el Universo se complotará para que todo salga bien. Desde ya, gracias.

Este texto forma parte de la serie “Reflexiones sin flexiones”.

Estaba tan cerca que no lo veíamos

BergoglioFrancisco de Asís 1Han pasado apenas un par de días desde que el Cardenal Bergoglio se convirtiera en el Papa Francisco y el mundo -más allá de su asombro- poco a poco comienza a mirar la realidad a través de los ojos de este hombre de Dios que tiene la profunda sabiduría de los jesuitas acompañada de la humildad sin límite de los franciscanos. En nuestro país –y sobre todo en la ciudad de Buenos Aires- comenzaron a proliferar las anécdotas y fotografías de la gente que alguna vez se ha cruzado con el Padre Bergoglio, con el Obispo Bergoglio o con el Cardenal Bergoglio, en el subterráneo de la ciudad, en algún medio de transporte colectivo público, en el último banco de una Iglesia, cruzando la calle “para ir a la farmacia a comprarle un remedio a uno de los muchachos”, en la villa de emergencia tomando mate con los voluntarios o los mismos villeros, o caminando hacia Luján con el raído portafolios, los pantalones negros y los zapatos gastados, para rezar la misa el día de la peregrinación. Muchos sabíamos de su existencia, pero estaba tan cerca que no lo veíamos, y hoy nos sorprendemos de la bonhomía que muestra en esa sonrisa pícara, del calmo sentido del humor y de la profundidad de su pensamiento. Eligió el nombre de Francisco -nos imaginábamos por qué- y en la conferencia que dio a los periodistas del mundo explicó las razones de su elección. San Francisco –el de Asís, porque aún es muy temprano para hablar del de Flores- fue un ejemplo de humildad. Abrazó la pobreza y el despojo y aceptó el mandato de Dios de “reconstruir la Iglesia”. Pero esta característica tan inmensa de Francisco muchas veces tapa las otras virtudes del santo: determinación, coherencia, firmeza de carácter. Cuando Francisco, luego de haber fundado la orden, vuelve del largo viaje que había emprendido, encuentra que los monjes habían desnaturalizado las reglas por él impuestas, y fiel a sus principios y sin que le temblara el pulso, “refunda” la comunidad. ¿Será ésta una advertencia de lo que el Papa esté dispuesto a hacer con una Iglesia herida por los pecados de sus fieles? Hoy el mundo está descubriendo al nuevo Francisco. El único que lo conocía desde siempre –sin que suene como una irreverencia- es el mismo Dios, que lo eligió antes de que lo hicieran los cardenales. Como el padre Bergoglio siempre nos pidió, “recemos por él” para que el mismo Señor lo acompañe en su difícil misión de reconstruir la Iglesia.

Este texto forma parte de la serie “Reflexiones sin flexiones”.