El vinquito (relato absurdo)

El vinquito o moschuca es un insecto muy molesto. Ronda alrededor de uno y cuando menos se lo espera se posa sobre la piel y clava fuertemente su aguijón. Introduce su veneno formando una roncha dolorosa y luego deposita sus huevos en la herida. También es muy difícil de cazar. Algunos dicen que la técnica exitosa para hacerlo es cubrirse todo el cuerpo con manteca y miel. Luego, cuando el insecto se posa para disfrutar del suculento manjar, se le pega una fuerte palmada con un trozo de pan. Yo, de hecho, no cacé ninguno. Es que no me gusta andar embadurnándome. ¿Qué forma tiene el vinquito? En realidad, no lo sé. Nunca he visto ninguno. En cuanto vea uno, se los cuento.

De la serie «Textos improbables»

Miscelánea de pavadas

  • Diosa KaliEn la farmacia: ¿Quiere algo, don? Sí, algo-dón.
  • La mujer burguesa en Hamburgo, ¿es una Hamburguesa?
  • ¿Qué auto tiene la auto-ridad?
  • Se enojó y le dio una cachetada en el bofete (¿o al revés?)
  • Si sortean un rebaño de vacas, ¿es ganado o hay que ganarlo?
  • El Primer Ministro ruso Vladimir Putin es apoyado por la comunidad gay.
  • En la nada, nada nada.
  • Dijo Noé: “No-he sido favore-cido”
  • Put on en inglés significa gay
  • ¿Cómo serán los huevos de un pato-vica?
  • Está comprobado que la música colombiana engorda: es pura salsa y merengue
  • Bolero: Puesto a elegir, prefiero los bóxer
  • Si el sexo regular no es bueno, ¿por qué dicen que es bueno regular el sexo?
  • Los perros no maúllan porque no son bilingües
  • Si “ósculo” es el nombre culto de “beso”, ¿»astrolabio» será el nombre culto de “pedo”?
  • Puso la cuarta y anduvo de primera
  • ¿Usted es un segundón? Según, don
  • Llegó cuarto al cuarto a las y cuarto
  • Ana Quintana llegó quinta a la quinta
  • El stress de las tres me llegó a las cuatro
  • Frotó la lámpara y salió Eugenio… digo, el genio
  • Si el minuto tiene sesenta segundos, ¿cuántos primeros tendrá?
  • Vivía desconectado de la realidad. Era de aquellos que miraban la hora en el almanaque.
  • El problema de los adelantados es que muchas veces quedan solos
  • Exclamación: Cáspita. Me falló el shampú.
  • Quiero conocer a ese muchacho. Apuesto que es apuesto
  • Si abogar es “defender en juicio” y también “interceder, hablar a favor de alguien”, los abogados, ¿no deberían llamarse “abogantes”? Porque abogado es un gerundio, que implica una acción ya realizada. Si no, a una persona orgullosa y altiva, ¿no deberíamos llamarla “arrogado”, en vez de “arrogante”?
  • Edward, tú que hablas inglés, pídele la factura a Bill. OK. Bill, give me the bill.
  • Estás cianótica, Celeste.
  • Alicia, quiero que seas mimosa. Lo siento, Roberto, ya trabajo en otro restaurante.
  • Tras las crisis de la construcción y la inmigración en Alemania, ¿cómo está la cuestión inmobiliaria? Inmóvil y aria.
  • “Ni a palos salgo del puerto”, dijo Colón.
  • La diosa Khali gastaba una fortuna en manicura.
  • Por esa costumbre que tenía de comerse las uñas, la diosa Khali se convirtió en la Venus de Milo.
  • Al botones del hotel le sobraban ojales
  • En un estado del centro de los Estados Unidos, a las malas personas se les dice “hijos de Utah”
  • Contrasentido: El dolor, cuanto más grave, más agudo.
  • Élida: Era tan fría y distante que en lugar de llamarla por su nombre, le decían “Gélida”
  • Eso es soez – le dijo
  • Si hay una hombría de bien, ¿hay una mujería de mal?
  • “Ayer fui a una conferencia de un famoso médico anestesista”. “¿Y cómo te fue?” “Me quedé dormido”.
  • A los hombres con presente les encantan las mujeres con pasado
  • ¿Cómo se llama la enfermedad que les agarra a los beduinos cuando pierden un camello? Síndrome-dario
  • Es de los que se paran frente a La Gioconda y preguntan: ¿De qué se ríe esta mina?
  • La Hewlett Packard me dio una buena impresión
  • El que en Holanda la busca, La Haya
  • Los belgas festejan Halloween en Brujas.

Estos textos forman parte de la serie “Textos improbables”.

Hoy, el futuro

palomasZureaban las palomas delicadamente asidas al borde del jazmín. Unisonaba el arrullo que brotaba límpido de las gargantas de las aves, en un amoroso y mutuo convite a la cubrición que desde el inicio de los siglos daba lugar al surgimiento de la vida. Habían construido trabajosamente la morada de hojas secas y ramas recortadas que daría albergo a los embriones resguardados por las rígidas paredes ovulares. Sólo dos huevos reposarían en el nido. Sólo dos pichones –o tal vez ninguno- entornarían los párpados para filtrar el sol de la mañana que llegaría hasta sus ojos, y abrirían los picos reclamando ansiosos la comida. Sólo dos pares de alas batirían el espacio para atrapar el infinito, una vez que las plumas cubrieran los frágiles cuerpos de los recién nacidos. Pero todo eso era el futuro. En el hoy de la diáfana mañana, hembra y macho adormecían sus cantos en un arrumaco embelesado. Ellos no sabían de un después, no razonaban, no planeaban porvenires expectantes, no diferían los goces inmediatos por la promesa de lo que vendrá. Sólo ellos dos en la copa del jazmín. Sólo ellos dos… y la serpiente que acechaba desde la rama adjunta…

Este relato forma parte de la serie “Relatos extravagantes (algunos incluso raros)”.

Aviar

Cuando hablamos de aves, siempre se plantea la misma incógnita: ¿Quién nació primero, el huevo o la gallina? Creo que en realidad es una pregunta retórica, porque la cosa está muy clara: primero nació el huevo y luego la gallina. La cosa está clara. Y yema, porque de huevos se trata. Ahora bien, si me preguntan quién puso el huevo, esa es otra historia que yo no puedo contestar, porque no estaba allí cuando lo pusieron. Lo cierto es que de los huevos salen los pollitos. A menudo los pollitos se convierten en gallos, a menudo en gallinas y a menudo en menudos. Hay aves salvajes, como los gorriones, los faisanes y las águilas, y aves domésticas, como los caballos… Digo, como los caballos son también animales domésticos pero no son aves, están en un corral distinto a los patos, los gansos y las gallinas, que son algunas de las aves domésticas que yo conozco.  Que yo conozco. Porque debe haber otros patos, gansos y gallinas que no conozco porque no me los presentaron. Los animales que ponen huevos se llaman opíparos… quiero decir, ovíparos. La mayoría de los ovíparos ponen los huevos parados. Parados ellos. Y parados los huevos. Porque si salieran atravesados sería un problema. Para ellos, no para los huevos. Por esa forma de poner los huevos, más que ovíparos estos animales deberían llamarse oviparados. Entre los que ponen huevos parados están los patos, los gansos y las gallinas. Al menos, los que yo conozco. Y los que no conozco también. Patos –en realidad patas-, gansos –en realidad gansas– y gallinas –en realidad gallinas-. Y Colón. Colón paró un huevo para demostrar que la tierra era redonda. No sé por qué paró un huevo en lugar de una pelota de tenis. ¡Si los huevos no son redondos! ¡Ni cuadrados! Se imaginan si no el dolor de c…, el dolor de las gallinas. La cuestión es que Colón paró un huevo. Lo que no sé es qué hizo con el otro. Con el que quedó en la canasta, digo. Los conejos también ponen huevos, pero sólo para Pascua. Y de chocolate. Una vez una gansa, por una apuesta, puso un huevo de avestruz. Desde entonces, la llaman la boquiabierta. Porque nunca pudo volver a cerrar la boca. Ni las patas. Digo que ni las patas entendieron por qué hizo eso. La cuestión es que desde entonces trasladó la mala fama a la especie, y ahora, cuando alguien hace una tontería se dice: ¡qué ganso! Aunque a veces se dice ¡qué ganso! cuando se mira a un hombre desnudo y lo que está a la vista no es precisamente una tontería, sino todo lo contrario. Como los huevos de avestruz, que como son tan resistentes, uno puede pararse sobre ellos y no se rompen. Porque son muy grandes y tienen una cáscara gruesa. Es para que no se desparrame la yema. Porque los huevos tienen la yema. Y los dedos también. No, los huevos no tienen dedos, pero los dedos sí tienen yema. Pero que no se desparrama. Aunque no tienen cáscara sino uña. Uña, dos, tres… hasta diez dedos tienen. Hay otros ovíparos que no son aves, como algunas especies de serpientes, las ranas y los peces. El esturión, por ejemplo, es un pez que pone unos huevos negros que se llaman caviar y son riquísimos. Algo que también ponen los huevos negros son las patadas, sobre todo si están bien colocadas. Las patadas, las nidadas de patos que se colocan en los nidos. Los huevos en general tienen una cáscara lisita como cáscara de huevo. Es para evitar que raspen mientras los están poniendo. ¿Se imaginan si fueran como papel de lija? Y de los huevos nacen los pollitos. Es hermoso ver cómo un pollito rompe el cascarón para nacer. Es un espectáculo único. Claro, ¿cómo no va a ser único, si una vez que el pollito nació, el huevo queda hecho pedazos? Son muy desprolijos los pollitos. Los huevos deberían venir con velcro para volver a usarlos. Hablando de espectáculo, para mí, el mejor espectáculo por lejos es el de una buena tortilla a la española. Hecha de huevos. Aunque algunos dicen que los huevos patean el hígado. Yo, por las dudas, no como huevos. Ni hígado. No vaya a ser que… De todos modos, agarremos la tortilla, un buen vino y… ¡Buen provecho!

Este relato forma parte de la serie «Relatos en positivo».