El monstruo

SubterráneoEl largo túnel tenebroso, invadido por oscuras soledades, dejaba ver de tanto en tanto un halo mortecino en el abovedado techo de la hosca galería subterránea. El monstruo avanzaba a gran velocidad, devorando la distancia, bamboleando grotescamente el cuerpo, gimiendo un rugido imperceptible a veces, atronador las más, que generaba un cierto espanto. Al voltear una profunda curva, aminoró la marcha. Allá lejos, cien metros por delante, un tenue resplandor cobraba poco a poco mayor intensidad. Tras un instante de vacilación, continuó el lento avance. La luz terminó de invadirlo y se detuvo. El tren había llegado a la estación.

Estos relatos forman parte de la serie “Cuentos de cien palabras”.